Alfons Mucha - Danza - 1898 (Colección privada) |
Pintura
Las artes personifican a través de sensuales mujeres la Danza, la Música, la Pintura y la Poesía. Al igual que otras pinturas en secuencia de Mucha, estas obras revelan el estado de ánimo de los personajes ante las diferentes manifestaciones artísticas. Los detalles bizantinos de los marcos y los círculos que contienen a la figura femenina que transporta al espectador a la sensación que producen las artes en las personas. La sensación de libertad también se manifiesta en esta secuencia, a través de la ropa, las actitudes y los peinados de las mujeres. El artista manifiesta las diferentes artes a través de mujeres en diferentes actitudes sin utilizar otros elementos (como instrumentos musicales para la música o la danza, ni plumas o pinceles para la poesía o la pintura)
Música
Die Csárdásfürstin no es sólo la pieza más popular de Kálmán, sino también la síntesis de esa clase de operetas
discrepantes que en torno a la Primera Guerra Mundial invalidan y ratifican a la vez el feudalismo tardío, desde hace mucho decadente, se burlan de él y lo glorifican. Fue estrenada el 17 de noviembre de 1915 en el teatro Johann Strauss de Viena.
A Sylva le cuesta separarse de su amado Edwin. Antes de despedirse canta una nueva canción para sus amigos y admiradores (“O jag dem Glück nicht nach” – “Oh, no persigas la felicidad”) Pero él también habrá de abandonarla, pues en ese momento su primo le ha traído la noticia de su incorporación a los altos mandos del ejército, promovida por su padre, el príncipe excesivamente consciente de su posición de clase, para alejarle de ella. Edwin manda buscar un notario y declara que se casará con Sylva al cabo de ocho semanas. No sospecha que su padre ha mandado imprimir las participaciones de su compromiso con Stasi, una de las cuales llega a manos de Sylva quien se siente víctima de un alevoso engaño.
Emmerich Kálmán - No. 5 “O jag dem Glück nicht nach” - Die Csárdásfürstin
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