Klimt - Musik - 1901 (Colección Privada) |
Pintura
Esta litografía realizada por Klimt, tomando como modelo la figura principal del lienzo “La música I”, pintado seis años antes, estuvo destinada a la ilustración de la revista "Ver Sacrum" el órgano de la Secesión de Viena. El artista manifiesta aún ciertas maneras clasicistas, en sintonía con el primer estilo, inspirado en el historicismo de Makart. Así vemos a la figura que simboliza a la Música vestida a la griega, tañendo una lira, mientras que los frescos que decoran la pared tienen también inspiración clásica. Sin embargo, podemos apuntar que, al igual que ocurre en la Antigüedad Griega, encontramos referencias a las mujeres vienesas del momento como el rostro o los cabellos, convirtiéndose así en los primeros ejemplos de "feme fatale" pintados por Klimt. La línea sinuosa y el decorativismo incipiente serán claves en esta etapa formativa del maestro, acentuando años después estas características para formar su estilo definitivo.
Música
En este momento de la acción de Die Csárdásfürstin, opereta en tres actos con música de Emmerich Kálmán y libreto de Leo Stein y Béla Jenbach, que fue estrenada el 17 de noviembre de 1915 en el teatro Johann Strauss de Viena, cuando el compás de tres por cuatro se impone por última y la más bella vez, Sylva y Edwin están en una situación soberana. Se conciben como sujetos al vals. Ellos lo bailan, no él a ellos. A un impulso centrípeto rodean el centro, la bella utopía de su amor indestructible. En ese momento, mientras cantan y bailan creen ella con tanta certidumbre que los ulteriores momentos de indecisión e insípido compromiso podrían parecer increíbles.
Boni saca a bailar a Stasi, momento que aprovecha Edwin para hablar con Sylva y pedirle explicaciones por su boda con el conde. Cuando
Boni, más tarde, le anuncia que está dispuesto a dejarla libre para que se case con Edwin, ambos estallan en felicidad (“Tanzen möcht’ich, / jauchzen möct’ich / in die Welt es schrein” – “Quisiera bailar, quisiera lanzar gritos de júbilo / gritar para que escuche todo el mundo”) Pero al anunciarse formalmente el compromiso de Edwin
y Stasi, Sylva, muy molesta, rompe el protocolo notarial por el cual Edwin le prometía casamiento.
Emmerich Kálmán - No. 12 “Tanzen möcht’ich” - Die Csárdásfürstin
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