Klimt - Musik I - 1895 (Neue Pinakothek, Munich) |
Pintura
Se trata de un tema querido por el autor, que lo reelaborará varias veces; utiliza a la tañedora de lira al menos en otras dos ocasiones. En este cuadro aparece también otra de las figuras predilectas del artista y de todo el mundo simbolista por su carácter enigmático: la de la esfinge, utilizada por Klimt en la alegoría de la Escultura. Mitad mujer y mitad león, este ser de la mitología egipcia reúne en sí el mundo animal y espiritual, o, si queremos, el instinto y la razón, los dos polos principales de la filosofía de la época. El cuadro es, en efecto, casi una summa de las teorías que consideraban la música superior a las otras artes por ser la única que no necesita mediación de palabras o imágenes para transmitir al hombre el conocimiento; sostenían además que la cultura era la fuente de salvación de la humanidad y los artistas de la Secesión, guiado por Klimt, atenderán pronto esta solicitación, haciendo del arte una nueva religión, utopía que se quebrará con el estallido de la Primera Guerra Mundial.
Música
El Septeto o Septimino Op. 20 de Beethoven es una obra de juventud. El nombre, septeto, se debe a estar escrito para siete instrumentos: violín, viola, violonchelo, contrabajo, clarinete, trompa y fagot. Fue dedicado a la Emperatriz María Teresa y publicado en 1802. Desde un primer momento obtuvo una acogida muy favorable, contribuyendo al prestigio del joven alemán en Viena.
Escrito en seis movimientos, llegó a tocarse tanto que Beethoven pensó en sustituir los instrumentos de viento por otro violín, otra viola y otro violonchelo. El minueto alcanzó una fama extraordinaria, hasta el punto de que Beethoven lo incluyó en la Sonata Op. 49 núm. 2 para piano.
Ludwig van Beethoven - Adagio Cantabile - Septimino Op. 20
Desde su aparición, esta obra obtuvo, en efecto, un gran éxito. De esta cálida acogida es testimonio, entre otros, la opinión del Allgemeine Musikalische Zeitung: «Un septeto escrito con mucho gusto e imaginación». Tal entusiasmo acabó por exasperar al compositor quien, más tarde, declararía: «Hay en él mucha imaginación, pero poco arte... En aquella época yo no sabía componer, y ahora creo que sí sé».
ResponderEliminar