Alphonse Mucha - Música - 1898 (Museo Alphonse Mucha, Praga) |
Pintura
En este caso, y al igual que sucede con sus series dedicadas a las estaciones, las joyas, las flores o los momentos del día, las protagonistas de las láminas son mujeres, a medio camino entre diosas y niñas inocentes, que casi parecen hadas.
En la serie dedicada a los cuatro géneros artísticos, a la que pertenece este cartel, Mucha deliberadamente evitó la utilización de sus tradicionales atributos, tales como la pluma de ganso, los instrumentos musicales o los utensilios de dibujante. En lugar de ello, coloca cada una de las artes sobre un fondo que representa una de las partes del día: la mañana para La danza, el mediodía para La pintura, la tarde para La poesía y la noche para La música. La Música, nos la presenta con una túnica que deja al descubierto sus pechos mientras mira directa y sensualmente al espectador, en una actitud insinuante y provocativa muy conseguida y característica de sus figuras femeninas. Los marcos, con representaciones geométricas de inspiración bizantina, se mezclan con ropajes vaporosos y elementos naturales que le sirven para equilibrar la composición y el diseño.
En la serie dedicada a los cuatro géneros artísticos, a la que pertenece este cartel, Mucha deliberadamente evitó la utilización de sus tradicionales atributos, tales como la pluma de ganso, los instrumentos musicales o los utensilios de dibujante. En lugar de ello, coloca cada una de las artes sobre un fondo que representa una de las partes del día: la mañana para La danza, el mediodía para La pintura, la tarde para La poesía y la noche para La música. La Música, nos la presenta con una túnica que deja al descubierto sus pechos mientras mira directa y sensualmente al espectador, en una actitud insinuante y provocativa muy conseguida y característica de sus figuras femeninas. Los marcos, con representaciones geométricas de inspiración bizantina, se mezclan con ropajes vaporosos y elementos naturales que le sirven para equilibrar la composición y el diseño.
Música
La Sinfonía nº 7 en re menor Op. 70 de Antonin Dvořák se publicó con el número 2, que es el que le correspondía en la primera clasificación, en la que no se incluían las cuatro primeras sinfonías. El 22 de abril de 1885 tuvo su primera y brillante interpretación en el St James’s Hall de Londres dirigida por el propio compositor. El tercer movimiento, está introducido por una alegre melodía y en la que vuelve a aparecer el desarrollo enérgico de algunas partes, entre la primera y la segunda existe una separación claramente marcada por medio de un silencio y cambio de estructura orquestal.
Dvořák había escuchado y admirado en 1884 la sinfonía nº 3 de Brahms, lo que le incitó a proponerse la composición de una nueva sinfonía. Casualmente, ese mismo año la Sociedad Filarmónica de Londres, con motivo de su designación como miembro de honor de la misma, le encargó que escribiera una sinfonía. Los checos iban de hecho al Teatro Nacional de Praga para apoyar mediante la expresión musical las luchas políticas de la nación checa. Dvořák resolvió que su nueva sinfonía reflejaría esta lucha. Haciendo una sinfonía así también revelaría algo de su lucha personal en la reconciliación de sus sensaciones de simple y pacífico campesino con su patriotismo intenso y su deseo de ver prosperar la nación checa.
Antonin Dvořák - III. Scherzo, Vivace... Poco meno mosso - Sinfonía nº 7 en re menor Op. 70
Una sinfonía ‘De años tristes’ Con estas palabras, en la primera página del manuscrito, el autor afirma que la obra fue concebida en ‘una época llena de duda, amargura, dolor silencioso y resignación’. Esta comenzó a gestarse el día 13 de diciembre de 1884, poco después de la muerte de su madre, su hijo mayor y el fallecimiento de Smetana.
ResponderEliminarMagnífica elección. Me recuerda en cierto sentido a Sibelius y su pulsión emocional apelando a figuras ciertamente infantiles como las ninfas (Skogsraet) para apelar a esa sensibilidad más nacionalista y, aún así, igual de intensa y a mi parecer profunda.
ResponderEliminarMuchas gracias Roberto por tu comentario. Me parece muy interesante el paralelismo que indicas
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