Riza-yi `Abbasi (ca. 1565–1635), el más conocido calígrafo, miniaturista y pintor persa de la escuela de Isfahán, la cual floreció durante el imperio safávida bajo el patronazgo del Sah Abbas I. Es considerado como uno de los principales pintores persas de todos los tiempos, en especial del arte safávida.
O. Achenbach (1827- 1905), pintor de paisajes alemán de la Escuela de Düsseldorf, que se distingue por sus representaciones de la bahía de Nápoles, de Roma y de Venecia. Se separó de la interpretación clasicista tradicional de estas escenas y se deleitaba con efectos de colores fuertes y brillantes. Su hermano más famoso, Andreas, influyó en su trabajo.
I. Aivazovsky (1817–1900), pintor romántico ruso. Es considerado uno de los mejores artistas de marinas en la historia, pero también representaba a menudo escenas de batallas, temas armenios y retratos.
J. Aldaz y Sancho (c. 1860-1912), pintor paisajista y retratista español.
H. Aldegrever (1502–1558), pintor y grabador alemán. Discípulo de Durero, se especializó en grabados de pequeño formato, con motivos ornamentales, temas religiosos y retratos.
E. Aldwinckle (1909-1980), artista de guerra, diseñador y dibujante canadiense, no fue un refinado artista prolífico lo que garantizó un perfil oscuro en comparación con otros colegas.
L. Alenza y Nieto (1807–1845), pintor romántico español. Autor de obras costumbristas de pequeño formato, de retratos llenos de vida en los que supo dotar a sus modelos de expresividad y profundidad psicológica y también de numerosos dibujos y grabados.
D. Allan (1744–1796), pintor escocés, autor de ambiciosos cuadros históricos, retratos, caricaturas y escenas de género. Se especializó en la pintura de grupos familiares y también produjo ilustraciones para libros.
L. Alma-Tadema (1836-1912), pintor neerlandés neoclasicista de la época victoriana, formado en Bélgica y afincado en Inglaterra desde 1870. Es conocido por sus suntuosos cuadros inspirados en el mundo antiguo. Vivía tan inmerso en la estética clasicista, que sus dos residencias en Londres fueron decoradas como palacios pompeyanos.
R. von Alt (1812–1905), paisajista y pintor arquitectural austriaco. Logró pintar la naturaleza auténticamente centrando la atención en las diferentes tonalidades del cielo, el tono de color del aire y la vegetación. Sus obras más tarde se acercaron al Impresionismo. Sus perspectivas sobre la arquitectura son interesantes, y escogió a menudo los objetos cotidianos como modelos para sus pinturas. La pintura de vistas interiores también se convirtió en uno de sus puntos fuertes, dándole notoriedad en Viena.
A. Altdorfer (1480-1538), pintor y grabador alemán del Renacimiento, influido por Alberto Durero y Lucas Cranach el Viejo. Se le considera el mayor representante de la Escuela del Danubio. Fue uno de los primeros pintores europeos que situó el paisaje como tema autónomo en el centro de su trabajo. Mezclando planos, las figuras humanas y el decorado, da una perspectiva cósmica a sus pinturas.
Th. Aman (1831–1891), pintor rumano, grabador y profesor de arte de ascendencia armenia. En su mayor parte produjo escenas de género e historia.
F. von Amerling (1803-1877), uno de los exponentes más destacados del retrato austriaco, también se distinguió como autor de cuadros históricos y de género.
S. Anguissola (h.1530-1626), pintora italiana, , la primera mujer pintora de éxito del Renacimiento y una de las artistas más longevas, destacó en la realización de retratos, llevando a cabo un tipo de representación un tanto informal, en el que a menudo sus modelos desarrollan tareas aparentemente domésticas, acompañados de una serie de objetos que definen en mayor profundidad su personalidad.
L. Anquetin (1861–1932), pintor francés, desarrolló un estilo de pintura que usaba regiones planas de color y perfiles de contorno anchos y negros. Este estilo, llamado cloisonismo, estaba inspirado tanto en las vidrieras como en el ukiyo-e japonés.
K. Appel (1921-2006), artista holandés, atravesó diferentes etapas en su larga trayectoria tanto en la temática elegida como en la técnica empleada, aunque su obra fue siempre reconocible por los colores vivos, y las características líneas y formas.
J. Asselijn (1610–1652), pintor barroco holandés. Se distinguió en particular en la pintura de paisajes y de animales, aunque sus obras históricas y de batallas también fueron admiradas.
B. van der Ast (1593–1657), pintor neerlandés de bodegones. Sus bodegones de flores se caracterizan por su estructura vertical y por la simetría del ramo. Como novedad introdujo la presencia de conchas que reflejan la afición en aquella época por el coleccionismo de objetos exóticos. Otra singularidad es el realismo y la importancia que concede a la representación de animales e insectos, como lagartos, saltamontes, sapos y mariposas.
H. Backer (1845–1932), pintora noruega. Alcanzó renombre por sus pinturas de interiores y paisajes de colores vivos y animada claridad.
H. Baldung (1480–1545), pintor alemán del renacimiento, que también trabajó como ilustrador, grabador y diseñador de vidrieras. Discípulo de Durero, artista muy prolífico y versátil, en su extensa producción se encuentran escenas religiosas, retratos, temas mitológicos y alegóricos. Precisamente lo más significativo de su trabajo son sus alegorías, donde las figuras femeninas desnudas, de talante erótico, transmiten mensajes en relación con la muerte.
G. Balla (1871-1958), pintor y escultor italiano, uno de los fundadores del movimiento futurista. Inicialmente su pintura impresionista muestra luego interés por el análisis cromático. Adopta la disolución de lo visible en puntos de color. Es también partidario de ideas anarquistas como algunos puntillistas como Pisarro. Utiliza la técnica puntillista para pintar temas del futurismo: la dinámica y la velocidad.
H. Baluschek (1870–1935), pintor alemán, artista gráfico y escritor, reconocido ilustrador de cuentos de hadas y produjo magníficas ilustraciones de libros.
F. Bamberger (1814–1873), pintor alemán, principalmente de paisajes. Realizó varios viajes a España, lo que tendría una gran influencia en su carrera, ya que comenzó a especializarse en escenas del paisaje español. Posteriormente se trasladó a Múnich, donde se hizo conocido, pintando paisajes y retratos de nobles.
W. Barnet (1911–2012), pintor americano, un artista visionario que abrazó diversos estilos durante una larga carrera. Sus primeras obras realistas mostraban la cara más dura de Estados Unidos en la forma de los afectados por la Gran Depresión. Más tarde se decantó por el Modernismo, y sus obras tuvieron un giro abstracto.
M. Barrón y Carrillo (1814-1884), pintor español representante del paisajismo romántico y el costumbrismo andaluz. Se dedicó fundamentalmente al paisaje, pero también cultivó otros géneros, como el retrato, el bodegón o la pintura de costumbres, especialmente de la vida cotidiana sevillana.
F. Bassano (1549–1592), pintor italiano. Se le han podido asignar una gran variedad de lienzos de diferentes motivos religiosos, siempre densamente poblados de gran riqueza zoológica que actuaba como si de una denominación de origen del taller se tratase.
F. Battaglioli (h. 1725-h. 1796), pintor, ilustrador y escenógrafo italiano, apenas se tienen datos de su biografía, formado en la tradición de la escuela de Raffaello Menia Rinaldi. Estuvo en España entre los años 1754 y 1760, trabajando en los reales coliseos del Buen Retiro y en Aranjuez.
R. Bayeu y Subías (1746–1793), pintor, diseñador y dibujante español. Estuvo estrechamente unido con su hermano Francisco, del que dependía en casi todo; fue su gran ayudante y colaborador toda su vida, por lo que gran parte de su obra estuvo vinculada y mezclada con la de su hermano mayor. Realizó cartones para tapices en la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara.
Th. M. Baynes (1794–1876), artista y litógrafo inglés, es conocido por sus dibujos y acuarelas de paisajes, edificios y eventos al aire libre.
K. Becker (1820-1900), pintor de escenas históricas alemán y presidente de la academia de Berlín. Las principales características de su estilo son la fidelidad histórica, la pericia de la técnica, y la riqueza de coloración.
G. Bellini (h.1433 –1516), pintor cuatrocentista italiano, también conocido por su apodo Giambellino, impulsor de la escuela veneciana y famoso pintor de madonnas, que creó un lenguaje pictórico basado en la fusión de la figura humana con el paisaje, dando gran importancia a la luz y al colorido.
B. Bellotto (1721-1780), también llamado Canaletto el joven, fue un pintor y grabador vedutista italiano, sobrino y discípulo de Canaletto. Sus obras se diferencian de las de Canaletto por una coloración más fría, mayor predominancia del claroscuro y una precisión aún más exacta del realismo topográfico.
J. Beraud (1849–1935), pintor francés famoso por sus pinturas sobre la vida de París a principios del Siglo XX en la llamada “Belle Époque”. Sus pinturas recogen, escenas de las calles de París, la vida nocturna, los Campos Elíseos, los cafés, Montmartre, las orillas del Sena…. Finalizando su carrera, cambió de tema e inicio una serie de cuadros de tema religiosos en un ambiente contemporáneo que asombraron ý escandalizaron por igual a sus contemporáneos.
P. Bergaigne (1652–1708), pintor francés.
S.R. Bergh (1858-1929), pintor sueco, destaca por sus pinturas retratistas y paisajistas relacionadas con su país.
G. Berndtson (1854-1895), pintor finlandés que destacó por su atención al realismo en los detalles. Plasmó casi siempre temas de género, sobre todo interiores elegantes y escenas campestres de vegetación frondosa.
Ph. Berry (s. XX), ilustrador norteamericano.
A. de Beruete y Moret (1845–1912), intelectual, pintor paisajista y político español. Su dilatada obra, realizada directamente del natural, se inspira asiduamente en los alrededores de Madrid y en especial en las cercanías de la sierra del Guadarrama. Su plástica, sobria y realista, está arraigada en el naturalismo velazqueño más sintético y se asocia a las ideas regeneracionistas impulsadas por la Institución Libre de Enseñanza de Madrid.
P.-A. Besnard (1849-1934), pintor francés. Sus pinturas lo muestran como un artista virtuoso. Académico, luego estudioso del impresionismo, con influencias iniciales de Cabanel y, posteriormente, de Gainsbororugh, sus cuadros se destacan por el manejo del color y, sobre todo, de la luz.
A. Bierstadt (1830-1902), pintor estadounidense de ascendencia alemana, especialmente conocido por sus grandiosas escenas del Oeste de Estados Unidos. Su aprendizaje europeo y su experiencia en la pintura del paisaje montañoso alpino influyeron en su manera de percibir las montañas americanas que se llegaron a conocer como los «Alpes americanos».
I. Bilibin (1876–1942), uno de los ilustradores más influyentes del siglo XX y diseñadores escénicos que tomó parte en el Mir iskusstva y contribuyó a los Ballets Rusos. A largo de su carrera, estuvo fuertemente inspirado por el folclore eslavo.
W. Blake (1757-1827), poeta, pintor y grabador inglés, suele ponerse como ejemplo del «artista total». Veía en la poesía o en las artes visuales dos medios de un esfuerzo espiritual unificado, y son inseparables para apreciar correctamente su trabajo.
J.M. Blanes (1830–1901), pintor uruguayo de gran reconocimiento en el Río de la Plata por sus interpretaciones de temas históricos locales. Por el aporte de sus pinturas a la identidad uruguaya, es considerado en su país «el pintor de la patria».
U. Boccioni (1882–1916), pintor y escultor italiano, teórico y principal exponente del movimiento futurista. Su obra se desarrolló alrededor de dos conceptos clave: dinamismo y simultaneidad.
A. Böcklin (1827-1901), pintor suizo encuadrado en el movimiento artístico del simbolismo de gran influencia en el posterior movimiento surrealista. Sus pinturas inspiraron a varios compositores del romanticismo tardío.
G. Boldini (1842-1931), pintor italiano, que cultivó la pintura de género y el retrato, y que vivió y trabajó en París durante la mayor parte de su carrera. Se convirtió en el pintor de retratos más a la moda en París a finales del siglo XIX, con un estilo deslumbrante de pintura que muestra cierta influencia Macchiaioli y un brío que recuerda el trabajo de artistas más jóvenes, como John Singer Sargent y Paul Helleu.
F. Boneri. Cecco da Caravaggio (h.1580–1610-20), Pintor italiano. Ninguna de sus obras está firmada y fechada, aunque se le han asociado una serie de pinturas de género, retratos y trabajos de temática religiosa que muestran una clara deuda con Caravaggio.
A. Bonheur (1824-1884), pintor francés de animales y bucólicas escenas de paisajes. En sus composiciones fue capaz de describir con precisión el horizonte, ambiente, ajustes luminosos y espacio.
P. Bonnard (1867–1947), pintor, litógrafo y fotógrafo francés, fue miembro del grupo simbolista de los nabi y evolucionó con posterioridad hacia un estilo personal ligado al impresionismo.
G. ter Borch (1617–1681), pintor neerlandés de la época barroca, excelente retratista, pero aún es mejor como pintor de género. Representa con admirable verdad la vida de las clases acomodadas y cultivadas de su época, y su obra está libre de cualquier toque de la grosería que muchas veces se encuentra en el arte holandés. Sus figuras están bien dibujadas y resultan expresivas en sus actitudes; su cromatismo es rico y claro, pero su mejor habilidad radica en su inigualada representación de las telas.
V. Borovikovskyst (1757–1825), pintor ucraniano, quien dominó el arte del retrato en el Imperio Ruso durante finales del siglo XVIII e inicios del siglo XIX. Fue el más destacado retratista de la era sentimentalista y maestro de la pintura eclesiástica.
El Bosco, H. van Aeken Bosch (1450/1460-1516), pintor flamenco, su estilo recogía claramente los fantasmas de los años finales de la Edad Media, en los que la salvación tras la muerte era una gran obsesión. Todos sus cuadros están impregnados de un sentido del humor burlesco, a veces cruel. Existen pocos datos de su vida, siempre llena de leyendas que intentan explicar el enigmático significado de sus cuadros.
F. Bossuet (1798-1889), pintor Belga que realizó en España un importante número de pinturas, especialmente en Sevilla y Granada. En algunas ocasiones incorporaba edificios fuera de contexto e idealizaba lugares que no se correspondían con la realidad.
J. Both (1618–1652), pintor paisajista holandés, de gusto clasicista bajo influencia italiana. Sus paisajes se diferencian de los habituales en Holanda por un predominio del volumen sobre el detalle, y un efecto más monumental. Se inclina, además, por una luz dorada que delata la influencia de Claudio de Lorena, cuyo éxito arrancaba en esos años.
S. Botticelli (1445-1510), pintor del Quattrocento italiano, no se cuenta entre los grandes innovadores del Renacimiento, sino que se inscribe más bien en un grupo de pintores que rehuyó el realismo a ultranza y se inclinó por un estilo basado en la delicadeza, la gracia y un cierto sentimentalismo.
F. Boucher (1703–1770), pintor y grabador francés. Boucher es, junto con Jean-Honoré Fragonard, el artista más importante de la pintura del rococó. Célebre artista de la época de Luis XV y de Madame de Pompadour, de producción versátil y prolífica, fue además un fecundo dibujante, grabador, ilustrador de libros, escenógrafo de teatros y óperas, diseñador y decorador de interiores, de porcelanas, de abanicos y de otras artesanías. Trabajó también como pintor de cartones para los tapices de las manufacturas de Beauvais y los Gobelinos de París.
E. Boudin (1824–1898), fue uno de los primeros paisajistas franceses en pintar al aire libre. Es considerado uno de los precursores del movimiento impresionista.
W.-A. Bouguereau (1825–1905), pintor francés, que encarnó el modelo de artista académico tradicional, ajeno a cualquier aire de renovación e imbuido por el ideal de belleza clásica, que llevó a sus lienzos con exquisita técnica y minucioso acabado, en equilibradas y evocadoras composiciones de temática idealizada.
S. Bourdon (1616–1671), pintor de la escuela barroca francesa. Realizó retratos, paisajes, temas religiosos y también produjo grabados con la técnica del aguafuerte.
D. Bouveret (1852–1929), uno de los principales artistas franceses del academicismo. En su momento fue reconocido como un artista modernista de primera línea, conocido tanto por sus escenas de campesinos, como por sus composiciones místico-religiosas.
G. Braque (1882–1963), pintor y escultor francés. Junto con Pablo Picasso fue uno de los iniciadores del cubismo. Prefirió, a lo largo de toda su trayectoria artística, la naturaleza muerta, en la que introdujo novedades significativas, como el empleo del collage o la incorporación de letras y números. En sus bodegones cubistas juega con el espectador, invitándole a reconstruir los objetos a partir de las diversas perspectivas que de ellos introduce en sus obras.
K. Braun (1807-1877), pintor, dibujante, ilustrador, grabador de madera y editor alemán. Pintó por primera vez al Münchner Kindl como “Despertar a la vida”.
J. Broc (1771-1850), pintor neoclásico francés, estudió pintura con el maestro Jacques-Louis David y a menudo frecuentó el grupo intelectual conocido como "Les primitifs" (Los primitivos) o "Barbus" (Barbudos). La temática de sus cuadros a menudo está asociada con temas homoeróticos.
H. Brocas II (c.1798–1873), pintor de paisajes y grabador irlandés. Trabajó en acuarela y como grabador preparó copias de obras de Hogarth y una serie de doce Vistas de Dublín a partir de dibujos de su hermano Samuel. No tuvo tanto éxito como maestro, al carecer de la energía y habilidades mostradas por su padre.
F.M. Brown (1821–1893), pintor inglés. Aunque estrechamente relacionado con la Hermandad Prerrafaelita, no llegó a ser miembro de la misma. Compartía con ellos su rechazo a la pintura académica y su interés por el arte medieval. Se dedicó sobre todo a la pintura histórica y de tema bíblico.
P. Brueghel el viejo (h.1525-1569), pintor y grabador brabanzón, fundador de la dinastía de pintores Brueghel, es considerado uno de los grandes maestros del siglo XVI, y el más importante pintor holandés de ese siglo.
H. ter Brugghen (h.1588–1629), pintor neerlandés, y miembro destacado de los seguidores holandeses de Caravaggio. Sus temas favoritos las figuras de medio cuerpo de bebedores o músicos, pero también produjo imágenes religiosas a gran escala y retratos de grupo. En sus obras hay un dramático uso de la luz y la sombra, así como sujetos con una gran carga emotiva.
M.Á. Buonarroti (1475–1564), arquitecto, escultor y pintor italiano renacentista, considerado uno de los más grandes artistas de la historia tanto por sus esculturas como por sus pinturas y obra arquitectónica.
E. Burne-Jones (1833–1898), fue un artista y diseñador inglés asociado con la Hermandad Prerrafaelita, y principal responsable de atraer a los prerrafaelitas a la corriente principal del arte británico y, al tiempo, produciendo algunas de las más exquisitas y bellas obras de arte de la época.
E. Burra (1905-1976), pintor inglés. Fue uno de los primeros artistas británicos influenciados por el Surrealismo. Creó un universo perturbador, habitado por mujeres extravagantemente vestidas, trabajadores, marineros y soldados, casi siempre, en locales imaginarios.
M. Cabrera (1695–1768), pintor novohispano, caracterizado por ser uno de los máximos exponentes de la pintura barroca del virreinato. Es el más reconocido por sus contemporáneos y contó con un amplio número de discípulos y seguidores que a menudo se inspiraban en los propios modelos del maestro.
Canaletto (1697-1768), cuyo verdadero nombre fue Giovanni Antonio Canal, pintor italiano, fue famoso por sus paisajes urbanos de Venecia dentro del nuevo género de la veduta, vistas generalmente urbanas, en perspectiva, llegando a veces a un estilo cartográfico, donde se reproducen imágenes panorámicas de la ciudad, describiendo con minuciosidad los canales, monumentos y lugares más típicos de Venecia, solos o con la presencia de la figura humana, generalmente de pequeño tamaño y en grandes grupos de gente.
A. Cano (1601-1667), pintor, escultor y arquitecto español. Por su contribución en las tres disciplinas y la influencia de su obra en los lugares donde trabajó, se le considera uno de los más importantes artistas del barroco en España, siendo además el iniciador de la Escuela granadina de pintura y escultura.
J. Carabain (1834-1933), artista holandés, famoso pintor de paisajes urbanos. Sus temas no se limitaron a las antiguas ciudades de Bélgica o los Países Bajos, sino también a paisajes pintorescos de países que visitó, como Italia, Alemania, Francia o Austria.
M.M. Caravaggio (1571-1610), pintor italiano. Su pintura combina una observación realista de la figura humana, tanto en lo físico como en lo emocional, con un uso dramático de la luz, lo cual ejerció una influencia decisiva en la formación de la pintura del Barroco.
A. Carnicero (1748–1814), pintor y grabador español. Miniaturista de gran interés, aunque la parte de su obra más conocida está constituida por escenas de género y series de ilustraciones grabadas. Cultivó un estilo en el que se encuentran rasgos del Rococó y el Neoclasicismo.
A. Carracci (1560-1609), pintor y grabador italiano del barroco, cofundó la famosa Academia de los Incamminati en Bolonia, que ofreció por primera vez un verdadero programa de perspectiva, arquitectura y anatomía y propuso una renovación de la pintura ante el agotamiento de la cultura manierista. Difundió una doctrina ecléctica, basada en el estudio de la realidad y de los grandes maestros del Cinquecento.
G. Catlin (1796–1872), pintor estadounidense que se especializó en retratos de nativos americanos de los Estados Unidos en el Viejo oeste. Además fue escritor y viajero. Tras un tiempo breve como abogado, produjo dos importantes colecciones de pinturas de indios americanos, y publicó una serie de libros sobre sus viajes entre los pueblos nativos de Norteamérica, Centroamérica y Sudamérica.
P. Cezanne (1839-1906), uno de los pintores franceses más significativos de la segunda mitad del siglo XIX, es generalmente considerado «el padre del arte moderno». Consideraba inseparables forma y color. Su lenguaje pictórico se caracteriza por la utilización de áreas de color planas, aplicadas con pinceladas geométricas, que van configurando la superficie del cuadro. Sus paisajes, bodegones y retratos rompen con la concepción tradicional de profundidad, definida por planos sucesivos, e intentan captar pictóricamente la estructura interior de las cosas.
M. Chagall (1887-1985), pintor francés de origen ruso. Desarrolló un estilo pictórico expresivo y colorista muy vinculado a sus experiencias vitales y a las tradiciones religiosas y populares de la comunidad judía rusa. En él combinó ciertos elementos de la vanguardia cubista, del fauvismo y del orfismo de Robert Delaunay para crear un estilo personal e inclasificable.
C.M. Charpentier (1767–1849), pintora francesa, especializada en escenas de género y retratos, principalmente de niños y mujeres.
E. Chartrand (1840–1883), el mayor pintor del paisaje cubano. Sus paisajes son emocionales y líricos alejados de la realidad en un intento por humanizar este paisaje tamizado por su espiritualidad. Para él la luz de trópico no existe y mediatiza el sol mediante el recurso de representar el paisaje al amanecer, atardecer, anochecer o mostrándonos momentos brumosos que corresponden más con el paisaje europeo.
Th. Chassériau (1819-1856), pintor romántico dominicano-francés, destacado por sus retratos, pintura de historia y religiosa, murales alegóricos e imágenes orientales inspiradas por sus viajes a Argelia.
G. du Chateau (s. XVII) pintor belga del que poco se sabe. Se convirtió en pintor de la corte del Kaiser Leopoldo I. Entre otras comisiones fue enviado por el Kaiser a retratar a su futura esposa Margarita Teresa, infanta de España (1651-1673; Infanta del famoso cuadro de Velázquez) Los pintores de la corte no solían firmar sus cuadros, por lo que es difícil identificar sus cuadros.
F. Childe Hassam (1859–1935), pintor impresionista estadounidense, conocido por sus escenas urbanas y costeras. Su técnica favorita fue la acuarela, la mayoría, estudios pintados al aire libre.
J. Cheret (1836–1932), pintor y litógrafo francés que se convertiría en un maestro del arte del cartel. Pionero en la introducción del cartel publicitario moderno. Muchos historiadores le consideran ‘El padre del cartel publicitario moderno’ o ‘El profeta del cartel’.
H.Ch. Christy (1872-1952), artista e ilustrador estadounidense. Su trabajo, ya sea en acuarela, óleos o tinta, se caracteriza por su gran facilidad, un estilo asombroso pero no exagerado y un fuerte sentido de los valores. Se hizo famoso por la "Chica Christy", un acercamiento pintoresco y romántico a la sociedad de las mujeres, peculiarmente suyo.
H. Clarke (1889–1931), ilustrador y artífice de vitrales irlandés. Su obra muestra el influjo del modernismo y del incipiente art decó; y, en concreto en cuanto a lo que se refiere a los vitrales, el del simbolismo.
J.M. Collier (1834–1950), escritor y pintor británico de estilo prerrafaelita, uno de los retratistas más destacados de su generación. De sus obras se ha alabado sobre todo, la solemnidad de sus personajes, el uso fuerte, sorprendente y casi excesivo del color, junto con la invisibilidad de sus pinceladas.
J. Constable (1776—1837), pintor inglés de paisajes. La región de Suffolk fue el tema preferido de sus paisajes, hasta el punto de que el área del Valle de Dedham, en dicha región, se conoce como «el país de Constable».
B. Cook (1926–2008), artista inglesa conocida por sus pinturas originales e inmediatamente reconocibles. A menudo cómica, sus obras representaban a personas a las que se encontraba en la vida cotidiana, incluyendo a gentes que se divierten en los pubs, chicas de compras o celebrando una despedida de soltera, o una cena familiar en la playa o en el extranjero.
P. von Cornelius (1783–1867), pintor romántico alemán, perteneciente al movimiento de los nazarenos que pretendían revivir la honradez y espiritualidad del arte cristiano medieval. Representaba la simplicidad del estilo y de los ideales de los Nazarenos, mezcla de una estética populista y un tanto patriótica. Ejerce una influencia profunda y es considerado como el representante de la pintura histórica idealista, caracterizada por tendencias que son, a la vez, cristianas y humanistas.
C. Corot (1796-1875), pintor francés de paisajes, uno de los más ilustres de dicho género y cuya influencia llegó al impresionismo. Aunó la herencia clásica y romántica en el paisaje, sumando a la solidez compositiva de la tradición la frescura de la ejecución al aire libre, la paleta clara y el sentido de lo fragmentario. Sin él, quizás no hubiera sido posible el valor espacial y constructivo.
J. Correa de Vivar (h. 1510–1566), pintor renacentista español. Su forma de pintar de Correa está muy influida por el estilo de Rafael, de quien tomó su colorido, sus figuras delicadas y suaves, aunque con el paso del tiempo su forma de pintar fue evolucionando hasta alcanzar unas formas más dinámicas propias del llamado Manierismo, especialmente en lo referente a la manera de provocar en las figuras un movimiento violento.
A.A. da Correggio (1489-1534), pintor italiano del Renacimiento, dentro de la escuela de Parma que se desarrolló en la corte de los Farnesio durante el apogeo del Manierismo en Italia. Es comúnmente considerado como pionero del uso de la luz. Consigue sensación de ingravidez. De gran sensibilidad y delicadeza, pinta a niños, adolescentes y figuras femeninas suaves y de blanda sensualidad. Comienza como un renacentista clásico, posteriormente recibe la influencia manierista y acaba, por su dinamismo y profundidad espacial, anticipando el barroco. En su madurez, su estilo es noble y equilibrado, con sombras transparentes y diseño fluido.
J.V. Cots (1830–1886), pintor español. Además de grandes composiciones historicistas, cultivó la pintura de género y el retrato, aunque destacó sobre todo en la pintura decorativa, como la que realizó en la sala del Teatro del Liceo de Barcelona.
G. Courbet (1819–1877), pintor francés de paisajes y retratos, a lo largo de su producción desarrolla un estilo claramente naturalista que con posterioridad evoluciona hacia el realismo más puro. Opuesto frontalmente a la idealización, aboga por una muestra fidedigna del ambiente entroncado exclusivamente con lo real. Niega cualquier artificio y se encuentra a años luz de academicismos o espíritus clásicos. No cree en los cánones ni en arquetipos inventados, su pintura pretende ser un revulsivo vital, fresco y directo, a veces criticado por su excesivo y nefasto (a juicio de sus detractores) sentido de la vulgaridad o tendente gusto innecesario por la sensualidad.
M. Covarrubias (1904–1957), pintor ilustrador y diseñador de decorados teatrales mexicano. Usó de la reproducción fidedigna o de la distorsión amable de las actitudes y las facciones y, siempre con ánimo amable o cortés, relacionó el dibujo con la imagen pública o con las características más apreciadas de la obra de su objeto o sujeto.
D. Cox (1783- 1859), pintor paisajista inglés, se convirtió en una de las figuras más importantes del arte británico durante la llamada Edad dorada de la pintura a la acuarela. Fue considerado por sus contemporáneos como rival sólo de John Constable en su retrato de los estados de ánimo de la naturaleza.
Ch.A. Coypel (1694–1752), pintor y grabador francés. Abordó una temática muy variada y un tanto ecléctica, llevando a cabo igualmente una actividad destacable en el grabado, sobre todo de su propia obra pictórica. Destacan algunas de sus grandes composiciones históricas y mitológicas, en especial del Antiguo Testamento.
L. Cranach el viejo (1472–1553), artista alemán vinculado a las ideas reformistas, cultivó, junto con el retrato, la pintura religiosa y el diseño gráfico. Son especialmente notables las series de grabados ejecutadas entre 1505 y 1509. A partir de 1520 el artista se dedicó con más intensidad a la ilustración, realizando imágenes para los libros de los reformadores y escenas bíblicas.
E. Cucuel (1875-1954), pintor impresionista de género y las figuras en los paisajes, a menudo usando sus familiares para los modelos en vez de profesionales. Una especialidad estaba usando una paleta vibrante y rico empaste para representar las mujeres en entornos paisaje soleados.
A.J. Cuyp (1620-1691), uno de los paisajistas holandeses más destacados del siglo XVII, es conocido principalmente por sus vistas holandesas compuestas al amanecer o al atardecer, aunque como todos los pintores de la época, cultivó también otros géneros como el retrato, las escenas de interior o los bodegones.
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