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Tina Blau - Idílico día de verano - s. XX (Colección Privada) |
Pintura
En este lienzo Blau representa, en un día idílico de verano, una vista de un estanque de un pueblo, bordeado por sauces.
Música
La Sinfonía nº 9, D. 944, en do mayor, conocida como la Grande, es la última sinfonía escrita por Franz Schubert. Se cree que fue compuesta entre 1825 y 1826, y fue estrenada el 21 de marzo de 1839, once años después de la muerte del compositor, en Leipzig bajo la dirección de Félix Mendelssohn. El tercer movimiento, Scherzo, de inextinguible vitalidad rítmica, desprende vida. Es suficiente señalar la figura inicial declamada al unísono por la cuerda, el lírico tema arpegiado escuchado a los violines durante la primera sección, y los melodiosos pasajes de la madera para que el oyente se dé cuenta de la extraordinaria imaginación de Schubert.
En octubre de 1826 y ante la imposibilidad de pagar para ofrecer una audición, Schubert envió su sinfonía acompañada de una dedicatoria a
la Sociedad Filarmónica recibiendo un pequeño estipendio en concepto de copias de la partitura. Tuvo una breve audición en vida del compositor, cuando la Sociedad de Amigos de la Música de Viena estuvo ensayándola, pero la orquesta no tardó en desecharla al considerar la obra demasiado larga y difícil. En 1839 Robert Schumann visitó a
Ferdinand, hermano de Schubert, y tuvo noticias de la olvidada partitura descubriéndola en los archivos de la Sociedad de Amigos de la Música (Musikwerein). Con emoción Schumann advirtió en seguida la importancia de la obra, calificándola como la más importante escrita después de Beethoven y se la entregó a Félix Mendelssohn para una
interpretación en el Gewandhaus de Leipzig, que tuvo lugar el 21 de marzo.
Franz Schubert - III. Scherzo - Sinfonía nº 9, D. 944, en do mayor
En el Scherzo hay quien ha visto una primitiva locomotora. En todo caso, Schumann sacó de ello una canción para su Diechterliebe. Y el Finale es un despliegue de optimismo vigoroso, arrollador, de gratitud al cielo por haberle concedido unos pocos años más de vida, aunque fuesen tres o cuatro: ¡eso era una bendición! Schumann: "[Esta sinfonía] lleva el germen de la eterna juventud"
ResponderEliminar¡Bravo! Es la magia de Schubert, capaz de brillar en la exaltación de la alegría veraniega y en el romanticismo de un viaje de invierno. La elección pictórica me lleva a pensar en un día de verano que puede torcerse en forma de intermpestiva tormenta que asoma en el horizonte. Casi como el carácter de Schubert en definitiva.
ResponderEliminarHas interpretado muy bien la razón por la que la contemplación de esta estampa veraniega me llevó a este fragmento musical como banda sonora. Gracias por tu comentario.
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