David Cox - Tren nocturno - c. 1849 (Museo de Birmingham) |
Pintura
En primer plano podemos contemplar una pequeña manada de caballos iluminados por la luna mientras en el fondo se intuye la silueta del tren, con el fuego que despide la máquina contrastando con la luna. La escena se desarrolla en un páramo, mostrando una amplia perspectiva que tiene un sensacional punto de fuga. El cielo también tiene un papel protagonista en la composición, ocupando más de dos tercios de la superficie, en clara referencia a la pintura holandesa del Barroco. La técnica empleada permite a Cox trabajar de una manera rápida y difusa, en clara relación con la Escuela de Barbizon francesa.
Música
Johann Strauss I había acordado una gala de verano el 18 de julio 1836, en el local “Zur goldenen Birne”, en lo que entonces era un camino en un suburbio de Viena. Al evento se le dio el título “Buntes aus der Zeit” (“Cosas de estos tiempos”) y fue aquí en donde estrenó su Eisenbahn-Lust-Walzer (Placeres del ferrocarril), Op. 89. El nuevo vals se presentó como un interludio de la medianoche y fue tan bien recibido que tuvo que ser repetido cuatro veces.
El 13 de noviembre de 1837, el Kaiser Ferdinand Nordbahn se convirtió en el primer tren de vapor en realizar un viaje de prueba. Tuvo lugar en la línea entre Viena y Deutsch-Wagram y apenas dos meses más tarde estaba funcionando como línea regular. Strauss transcribió los ruidos emitidos por los nuevos medios de transporte en la introducción y coda de la obra, y también en varios puntos a lo largo de cada uno de los
cinco valses. El escenógrafo del Teatro Leopoldstadt, Michael Mayr, preparó para la ocasión un escenario de más de treinta metros de longitud, que reproducía la visión en un viaje en tren.
Johann Strauss I - Eisenbahn-Lust-Walzer (Placeres del ferrocarril), Op. 89
En el estreno del vals el público tuvo que contentarse con contemplar una imagen de la locomotora de vapor británica que se usaba en la nueva línea entre Viena y Breclav. Al año siguiente, en un nuevo concierto, el público pudo ver el nuevo milagro en la realidad en el Augarten, uno de los parques más grandes de Viena. Los más curiosos pudieron incluso ver la máquina moverse unos metros tirado por caballos.
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