Gustav Klimt - Schubert al piano - 1899 (Obra perdida) |
Nikolas Dumba, próspero empresario industrial, encargó a Klimt y Franz Matsch la decoración de la sala de música y del comedor de su palacio, ubicado en la famosa Ringstrasse. Klimt fue el encargado de decorar la sala de música, no sólo los lienzos de las paredes sino los muebles y enseres de la habitación. Sobre las puertas se ubicarían los dos lienzos: La Música y Schubert al piano, ambos quemados en el Palacio Immendorf por las tropas alemanas ante el avance soviético durante la Segunda Guerra Mundial. Schubert era el músico favorito de la burguesía vienesa, especialmente de Dumba, quien proporcionó a Klimt una acuarela para inspirarse en el rostro del compositor. Schubert aparece representado de perfil, sentado al piano, acompañado de tres jóvenes que interpretan las voces y un hombre que, al fondo, contempla al músico. Los rostros de las muchachas son un poco borrosos en contraste con la precisión del rostro del compositor, recordando Klimt a los cuadros impresionistas, al igual que en el empleo de etéreos vestidos. La escena se desarrolla en un interior cerrado con un espejo. La iluminación corre a cargo de las velas, aportando un toque fantasmagórico al conjunto, reflejándose en el espejo y resbalando por las sedas de los trajes de las jovencitas. Resulta impactante el contraste del traje negro del compositor con los colores brillantes de los vestidos de las muchachas, contraste que se refuerza en la pared y el espejo o la pared y la oscura puerta del fondo. La obra goza de un sensacional intimismo, recogido en el gesto concentrado de Schubert, unificando de esta manera música y pintura con un espectacular resultado.
Los Seis momentos musicales D. 780 (Op. 94) fueron publicados por primera vez juntos en 1828 y aunque no se sabe si Schubert los ideó como un ciclo, sí es cierto que su unidad estilística es evidente. El número seis se publicó por primera vez en 1824 con el título Les Plaintes d'un trovador (Queja de un trovador). El número tres, Allegro moderato en fa menor, fue compuesto en 1823 y publicado con el título Aire ruso. Los otros cuatro fueron compuestos probablemente en 1828.
Como el Lied, el Momento musical no exige un largo desarrollo ni un contrapunto complejo: son ambos historias breves, fugitivas, sin otra razón de ser que su propio sonido. El Momento número tres
introduce una melodía enunciada con indolencia vienesa y desparpajo cíngaro, con pequeñas notas de adorno y graciosa resolución. Este aire inicial de melancolía se torna finalmente en alegría y con ella la maliciosa sonrisa del compositor.
Franz Schubert - Momento No. 3 - Seis momentos musicales D. 780 (Op. 94)
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