Miguel Covarrubias - Rhapsody in Blue - c. 1925 (Colección privada) |
Pintura
Covarrubias tenía sólo 19 años cuando llegó a Nueva York en 1923, durante uno de los más deslumbrantes períodos de la historia de las artes en América del Norte. Era el jazz age, la época de speakeasies, donde se bebía bath-tub gin, de canciones como Let’s all get excited and make WHOOPEE, de las fleppers (muchachas emancipadas) con el pelo revuelto, bailando frenéticamente el Charleston. En esta Babilonia del Hudson, el joven Covarrubias, ya un artista consumado, formado en la gran tradición mexicana, se convirtió rápidamente en una celebridad. Su producción fue increíblemente dinámica y abundante. Sus caricaturas constituyen un comentario social penetrante (y también irresistiblemente gracioso) de los años ’20 y ’30, llevado a cabo sin pretensión, sin moralizar. Esencialmente artista, no era predicador santurrón que denunciara los males de su tiempo. Sin embargo, si el aspecto superficial de su obra refleja todo su placer en la comedia de la vida, el fondo esconde la tragedia que acompaña inevitablemente a la comedia. Este cuadro muestra una representación de Rhapsody in Blue de George Gershwin en un club de Harlem.
Música
Rhapsody in Blue es una composición musical creada por George Gershwin para piano solo y banda de jazz, escrita en 1924 en la que se combinan elementos de música clásica con efectos de influencia jazzística. La obra fue estrenada el 12 de febrero de 1924 en el Aeolian Hall de Nueva York, en un concierto titulado "Un experimento en música moderna", An Experiment in Modern Music, dirigido por Paul Whiteman y su banda, con el mismo Gershwin al piano. En esta rapsodia la palabra "blue" se refiere tanto al estilo musical blues (como canción de este típico género musical americano) como al estado de ánimo blue que significa en inglés "triste, melancólico". La versión para piano y orquesta sinfónica que fue arreglada por Ferde Grofé en 1946, se ha convertido en una de las obras más populares de la música clásica americana.
El famoso director Paul Whiteman escuchó a George Gershwin y lo invitó a componer una pieza sinfónica de jazz, para tocarla junto con otros estrenos de compositores modernos en un concierto que daría próximamente con su orquesta. A George se le olvidó por completo el encargo, hasta que una mañana apareció en un anuncio del periódico la noticia de un concierto de jazz a cargo de Paul Whiteman y su orquesta, destacando que la obra central del programa sería una composición sinfónica escrita por George Gershwin, quien lo supo cuando leía esa mañana las noticias. No pudiendo eludir el compromiso, George creó en tres semanas su Rhapsody en Blue empujado por ese gran maestro que sabía lo que tenía entre manos; ambos estaban contribuyendo al encumbramiento definitivo del jazz.
George Gershwin - Rhapsody in Blue, for piano & orchestra (orquestado por F. Grofé)
No hay comentarios:
Publicar un comentario