viernes, 30 de diciembre de 2022

EL MISTERIO DE LA NOCHE – Incorformismo -Año XIII. Nº 760

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Turner - The new moon - 1840
William Turner - The new moon - 1840  (Tate Gallery, Londres)

 

Pintura

Ésta es una vista de la costa de Kent en Margate, donde Turner solía permanecer en sus últimos años. El artista, desde la década de 1820, había estado explorando las posibilidades de sugerir una extensión más amplia del paisaje a través de la inclusión de la puesta de sol y la luna creciente. Este paisaje marino, delicadamente coloreado, fue pintado en parte cuando ya se encontraba en su marco. Turner trabajó en la imagen rápidamente, tal vez desarrollando un boceto. Los críticos contemporáneos se burlaron del subtítulo 'He perdido mi barco, no tendrás tu aro', pero el episodio muestra su comprensión y cariño por los niños.

Música

Al Nocturno en Si mayor para orquesta de cuerdas, op. 40, Dvorák le dio el toque final de justo antes de su publicación en 1883. Al año siguiente se llevó a cabo el estrenó la obra en Londres, en un concierto en el Crystal Palace, que contribuyó a ampliar su reputación internacional.

A Dvorák le llevó muchos años asentarse como compositor y, durante mucho tiempo, lo encontramos sin saber muy bien qué hacer con las piezas que parecían ser un fracaso, y que se resistía a destruir (al final, destruyó la mayor parte de su música antes de tiempo). En ocasiones, como ocurrió con el famoso “Romance para violín, op. 11” y el “Nocturno para orquesta de cuerdas, op. 40”, Dvorák logró salvar algo de valor real de unas piezas que habían resultado anteriormente un total fracaso. En el caso del “Nocturno”, la pieza desechada, sobre la que trabajó el compositor, fue el “Cuarteto para Cuerdas en Mi menor, B. 19”, de finales de 1870. El movimiento extendido no cumplió con las expectativas de Dvorak, pero el Andante Religioso, su sección central, era demasiado bueno para enterrarlo. De hecho, fue tan querido por el compositor que lo resucitó tres veces: una vez para el “Nocturno para cuerdas”; otra vez para una versión diferente de la misma pieza, para violín solo, con piano o cuerdas (publicado como versión para cuerdas op. 40); y una tercera vez (en realidad el primero de los tres cronológicamente hablando), para el movimiento lento original, en ocasiones sustituido, del “Quinteto de cuerdas en sol mayor, op. 77”, de 1875.


Antonin Dvorák - Nocturno en Si mayor para orquesta de cuerdas, op. 40

1 comentario:

  1. Esta pieza tiene un tono serio, con una expresión casi inmutable en todo momento. La melodía interminable en la voz superior da pequeños pasos melódicos por encima de un acompañamiento monótono de corchea y un bajo sostenido profundo y mantenido. Esta combinación de medios expresivos crea un efecto casi hipnótico en toda la pieza.

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