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| Michelangelo Merisi da Caravaggio - El tañedor de Laúd - 1595-96 (Hermitage, San Petersburgo) |
Pintura
Ésta es una obra temprana de Caravaggio, en la que buscó, sobre todo, transmitir la realidad y la solidez del mundo circundante. En ella podemos ver los elementos propios del estilo del maestro, que tuvo una amplia influencia en otros artistas. La figura de un joven vestido con una camisa blanca se destaca claramente contra el fondo oscuro. La fuerte luz lateral y las sombras proporcionan a los objetos un peso y volumen casi tangible. Caravaggio estaba interesado en la singularidad del mundo circundante y hay características marcadamente individuales no sólo en la cara del joven sino también en los objetos que componen la naturaleza muerta: la pera dañada, la grieta en el laúd, las arrugadas páginas de la partitura. La melodía escrita en esas páginas corresponde a la de una canción de moda, por entonces, titulada "Sabes que te amo", de Jacques Arcadelt. El amor, como tema de obra, también se puede apreciar por otros objetos. Por ejemplo, el laúd agrietado era una metáfora del amor que fracasa, como aparece en la obra de Tennyson "Idilios del rey": «Es la pequeña grieta en el laúd, por la que poco a poco enmudecerá la música» (Merlin y Vivien)
Música
El Preludio en Do menor, BWV 999, es una obra compuesta para laúd sólo por Johann Sebastian Bach, probablemente a finales de los años 1710 o principios de los 1720, cuando Bach vivía en Köthen, y puso la mayor parte de sus energías en la música instrumental.
Como con la mayoría de las obras para laúd de Bach, tiene que considerarse la idea de que el Preludio fuera compuesto realmente para un Lautenwerk (una versión modificada del clave, emulando al laúd) en vez de para un laúd real (aunque el punto carece de importancia si se considera que las obras para laúd de Bach, hoy en día, casi nunca se interpretan ni al clavecín ni con el laúd, sino con la guitarra, que hace
tiempo las ha absorbido en su repertorio)
Johann Sebastian Bach - Prelude in C Minor BWV 999 (Lautenwerk)
¿Sabías que el Preludio BWV 999 es, según el único manuscrito existente del siglo XVIII, una composición para laúd? No obstante, se ha grabado en interpretaciones en laúd, en guitarra y en instrumentos de teclado como piano o clavicémbalo.
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