Hendrick ter Brugghen - Niño tocando un instrumento de cuerda - 1627 (Nationalgalerie, Berlín) |
Pintura
Ter Brugghen representa en este cuadro la figura de medio cuerpo de un músico, en este caso un niño tocando un instrumento de cuerda. El sombrero de terciopelo oscuro da relieve a su perfil. También puede ser una representación del sentido del oído. La silueta recortada contra un fondo plano, está vista de cerca y llena la mitad del espacio. Como la mayoría de sus obras hay un dramático uso de la luz y la sombra, así como un sujeto con una gran carga emotiva.
Música
Poca gente recuerda que las tres piezas para violín y piano conocidas como Alt-Wiener Tanzweisen (tres viejas melodías vienesas), que habían sido supuestamente “sacadas a la luz" y atribuidas al compositor Josef Lanner, fueron escritas en realidad por Fritz Kreisler. Estas piezas, publicadas por primera vez en 1905, llevan por título: Liebesfreud, Liebesleid y Schön Rosmarin.
Al compositor le pareció divertido (y beneficioso para su carrera) ocultar la verdad cuando se trataba de cuestiones de autoría musical. A los críticos e historiadores de la música todavía les encanta desempolvar el debate ético que se desencadenó cuando, en 1935, Kreisler admitió que él mismo había compuesto la mayor parte de las deliciosas miniaturas para violín y piano que, durante décadas, hizo pasar como arreglos de obras de otros compositores (nunca pudo entender cómo nadie había descubierto su estratagema) Lo cierto es que Kreisler, que era un virtuoso y afamado violinista, escribió numerosas obras, “al estilo” de otros célebres compositores, para ser interpretadas en sus conciertos.
Fritz Kreisler - Schön Rosmarin - Alt-Wiener Tanzweisen