Henri de Toulouse-Lautrec - Acróbatas en el Circo Giclee - s. XIX |
Pintura
El mundo del circo, habitado por jinetes, clowns, saltimbanquis o acróbatas estuvo muy presente en la imaginación de Toulouse-Lautrec. La atracción por el lado lúdico y espontáneo del circo, por su magia visual, iba además acompañada de una identificación con el arlequín o el clown, seres marginales que veía semejantes a la figura del artista en la sociedad moderna. Cuando el artista estaba en el apogeo de sus poderes artísticos, se vio obligado a someterse a un tratamiento de alcoholismo en una clínica rural. Buscando alivio de su confinamiento forzado, esbozó viñetas de los ensayos de una compañía local de circo. Sus interpretaciones sensibles de las escenas reflejan la crueldad detrás de las hazañas exóticas de los artistas intérpretes o ejecutantes, así como su autoimagen como artista, extraño y cautivo.
Música
El 30 de diciembre de 1899, al final de un año que había visto a la gente peregrinar a la Exposición Universal para admirar los nuevos Pequeño y Gran Palacios y el Puente de Alejandro III, y cómo se estaban realizando los preparativos para contemplar el nuevo siglo, se estrenó en el Théâtre de la Gaîté en Paris la obra de Louis Ganne, Les Saltimbanques.
Una niña abandonada, Suzanne ha sido acogida por los Malicornes, los propietarios de un circo ambulante. Sus amigos son Paillasse, el
payaso, que está enamorado de ella, Gran Pingouin, y Hércules, que también están enamorados.
Louis Ganne - Obertura - Los saltimbanquis
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