Pablo Picasso - Los dos saltimbanquis - 1901 (Museo Pushkin, Moscú) |
Pintura
Arlequín se muestra ausente, pensativo; la postura y el movimiento de las manos son muy similares a los del Arlequín pensativo del Metropolitan Museum de Nueva York. El rostro inexpresivo, oculto por el maquillaje de teatro, la ausencia de un peinado caracterizador y el fondo, dividido en amplias zonas cromáticas, coloreado y anónimo al mismo tiempo, son elementos que coadyuvan a la creación de una atmósfera de gran soledad. Arlequín y su compañera no se comunican ni podrían hacerlo, dada la composición escénica escogida por Picasso. Cada uno de los dos personajes está absorto en sus propios pensamientos. Las mismas copas, ejecutadas casi como en una naturaleza muerta independiente del resto de la composición, no entran en relación con los dos saltimbanquis. La sensación de soledad que Picasso quiere transmitir a través de esta obra juvenil suya se acentúa aún más con el color azul, que además de definir el fondo tiñe el traje de Arlequín y las sombras sobre los rostros.
Música
La dramaturgia operística es algo diferente que la dramaturgia circense. No se deja tomar sin más ni más. Esto lo sabía con exactitud el libretista cuando arregló su cruda y confusa historia para satisfacer las conveniencias musicales de Louis Ganne. Es mucho más rica en figuras y episodios de lo que permite reconocer el resumen del contenido. Pero precisamente esta cruda confusión salva a Les Saltimbanques, estrenada en el Théâtre de la Gaîté en Paris el 30 de diciembre de 1899, de ser una mera secuencia aditiva de números a la manera de los programas de circo. Por otro lado la preserva de abusar del tema circense mediante una acción recta apretada y sin lagunas.
Marion entona una suave y mitigante melodía para consolar a su compañero de pista Paillase y hacerlo desistir de su amor sin esperanzas por Suzanne (Canción de Marion) Suzanne canta una canción que ha aprendido en su juventud, “la pastora Colinette”, que resulta ser una pieza compuesta por el Conde y que nadie conoce. Con ello se da cuenta de que Suzanne es su hija, largo tiempo perdida. Siendo de alta cuna, puede casarse con André aunque siente pena de tener que abandonar a sus amigos.
Louis Ganne - No.23 Air de Marion - Los saltimbanquis
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