viernes, 1 de diciembre de 2023

EL MURCIÉLAGO - Una cuestión de venganza -Año XIV. Nº 815

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Gustav Klimt - Interior del antiguo Burgtheater de Viena - 1888
Gustav Klimt - Interior del antiguo Burgtheater de Viena - 1888  (Museo de Viena)

 


Pintura

El auditorio del viejo Burg Teather iba a ser demolido por lo que en 1887 se encargó a Klimt y Franz Matsch la realización de uno lienzos en los que representase el interior del viejo coliseo teatral. Al ponerse manos a la obra tuvieron un arduo trabajo ya que en el contrato se especificaba que tenían que integrar en la composición a unos 250 personajes entre ellos los importantes de la Viena del momento. Klimt fue el encargado de pintar la sala y para ello realizó un buen número de bocetos y dibujos preparatorios, teniendo que acudir a su familia y amigos como modelos, aunque también recibió la visita de bellas mujeres de la ciudad que deseaban ser inmortalizadas en el cuadro. Entre las personas que retrató se encuentran Katherina Schratt -actriz habitual del teatro y amante del emperador Francisco José I-, el cirujano Theodor Billroth y el futuro alcalde Karl Lueger. El resultado es una obra de gran calidad, en la que se nos muestra el patio de butacas del teatro, rodeado de cuatro pisos de palcos en los que se situaba la alta nobleza imperial, ocupando el emperador y la corte uno de estos palcos. Una lámpara en el centro del techo y diversos focos distribuidos en la segunda fila de palcos arrojan una tenue iluminación a la escena, creando de manera perfecta la sensación atmosférica de un interior. Las figuras son extraordinarias, adecuadas a su nivel social, vestidas con sus mejores galas, presentadas en elegantes actitudes. La perspectiva conseguida por el maestro resulta destacable pero lo más original es el tratamiento de la escena ya que Klimt sitúa a los espectadores en el papel de actores, confundiendo la realidad con la apariencia.

Música

El estreno de Die Fledermaus (El murciélago) tuvo lugar en un momento sumamente desfavorable. Una gran crisis económica sacudía a Austria, y pocos meses antes, el Viernes Negro, se había derrumbado la Bolsa de Viena y había arrastrado al abismo a varias fortunas aparentemente sólidas. El 5 de abril de 1874 reinaba en el Theater an der Wien un ambiente apocalíptico que ni siquiera El murciélago podía cambiar. Hubo sólo 17 representaciones, una cantidad casi ridícula para el célebre Johann Strauss y que parecía un peligroso fracaso. En los demás países en los que se representó en seguida El murciélago, la obra obtuvo el éxito rotundo que merece. Se convirtió en una de las obras más ejecutadas de ese género alegre y ligero que es tan difícil interpretar bien.

Lo que sucede en la historia es la turbulenta consecuencia de tres historias previas. Primera: Hace tiempo Eisenstein gastó una broma a su amigo Falke. Después de asistir juntos a un baile de máscaras, donde lo hizo beber hasta embriagarlo, lo dejo abandonado y dormido en el parque de la ciudad, ataviado con un grotesco disfraz de murciélago, siendo el hazmerreir de sus conciudadanos. Segundo: Eisenstein, quien ha maltratado a un funcionario, debe cumplir ocho días de arresto. Tercera: Rosalinde, la esposa de Eisenstein, había tenido un amante antes de casarse, el tenor Alfred, que reaparece ese día.


Johann Strauss II - Obertura - Die Fledermaus

2 comentarios:

  1. Buenos días, extraordinaria obertura que nos traslada
    hasta Viena. Echando una pensada, al título y autor, me hace
    pensar en una merecida auto felicitación de onomástica.
    Gracias por tu trabajo, que disfrutamos cada semana.

    Un fuerte abrazo
    Antonio y Lordes

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    Respuestas
    1. Muchas gracias por vuestro comentario. Una gran motivación para seguir proporcionando estas modestas píldoras sobre música y pintura. Espero que sigáis disfrutando como yo lo hago al prepararlo. Un abrazo

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