Casimiro Sainz - Retrato de caballero - 1875 (Colección privada) |
Pintura
En estos años Sainz trabaja obras de interior, con cierto preciosismo, hacia la pintura galante, seguramente influido por uno de sus maestros, Vicente Palmaroli, que se trajo esta moda de París. Ya se advierte a un Sainz fijado en el interiorismo, en la captación de detalles. Estas obras de pequeño formato, eminentemente burguesas, presentan aún un aspecto mate, con una iluminación todavía contenida y escasamente brillante.
Música
En Doña Francisquita se mezclan tres épocas, concentradas en el escenario invariable de Madrid. En primer lugar la época de la monarquía absolutista en la que se desarrolló la comedia de Lope; en segundo lugar la época romántico-burguesa, ávida de abrirse, a la que los libretistas de Vives trasladan esa acción original y, en tercer lugar, la época misma de los autores y de su público contemporáneo, pocos años después de la Primera Guerra Mundial, en la que la sociedad burguesa de España más que vivir languidecía con metas imprecisas.
Fernando se siente cada vez más seducido por esa muchacha intrigante. Por otro lado, los celos que le provoca a la actriz esa falsa mujer que lo acompaña, que no es otro que Cardona disfrazado con ropas femeninas para el carnaval, hacen surgir a la luz su pasión por el estudiante, hasta entonces no confesada a él ni a sí misma, pero Fernando ya nada quiere saber de ella (“Por el humo se sabe”)
Amadeo Vives - No. 10 Por el humo se sabe - Doña Francisquita
Tal vez cause extrañeza que al pueblo anónimo de Madrid se le atribuya más peso dramático que al amante Fernando. De todos modos este reclama con su canto y actuación un campo de juego, no menor al de la heroína que finalmente logra conquistarlo.
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