Gustave Courbet - La presa - 1856 (Museum Fine Arts, Boston) |
Pintura
La escena, probablemente situada en las montañas del Jura, a lo largo de la frontera franco-suiza, muestra al propio artista, posando como cazador. El pintor amplió la tela original mientras trabajaba, añadiendo una pieza en la parte superior, por encima de la cabeza del cazador, y otras para incluir al soplador del cuerno y a los perros.
Música
Fervorosamente aclamada en su estreno en Berlín en 1821, Der Freischütz (El cazador furtivo) de Carl Maria von Weber pronto se convirtió en la expresión (operística) esencial del nacionalismo alemán. Friedrich Kind basó el libreto en la obra homónima de Johann Appel, recopilación seudoromántica de sabiduría popular.
El desdichado cazador Max ya no es capaz de dar en el blanco. Su boda con Agathe y el puesto hereditario de guardabosques en jefe dependen de un concurso de tiro. Kaspar, que se ha vendido al Maligno, convence a Max de que dispare siete balas infalibles. La séptima puede dar a quienquiera elija el Diablo. El día de la boda de Max ha demostrado su puntería con tres disparos y Kaspar, maliciosamente, ha utilizado la
penúltima de las balas mágicas. El Diablo tiene destinada la séptima para Agathe, pero un ermitaño la protege y en su lugar mata a Kaspar.
Carl Maria von Weber - Jägerchor - Der Freischütz
¿Sabías que la ópera siempre había alojado, desde sus inicios, lo mágico y lo sobrenatural en su seno, y en la era romántica ganaron terreno, cuando el mito fue relevado por el cuento de hadas, la saga y la leyenda? El joven romanticismo alemán de finales del siglo XVIII y bien entrado el XIX era aficionado a fantasía y los cuentos de espíritus y de fantasmas. La existencia de fuerzas sobrenaturales fue tema de muchas historias, novelas y piezas teatrales.
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