Edvard Munch - El misterio de una noche de verano - 1892 (Colección privada) |
Muy lejos ya de la tranquilidad impresionista, el paisaje adopta en Munch una fuerte carga simbólica y parece reflejar una experiencia que el pintor describiría así: “Era el atardecer, yo caminaba junto al mar. Entre las nubes brillaba la luna; las rocas contra el fondo del agua, misteriosas como habitantes del mar, con sus grandes cabezas blancas… y riendo, unas en la playa, otras bajo el agua… Yo oía el suspirar y el susurrar del agua en torno a las rocas. Nubes alargadas, grises sobre el horizonte. Todo parece muerto: un paisaje de muerte de otro mundo”.
En 1922, cuando F. Lehar era mundialmente famoso y el imperio Austrohúngaro había sido desecho por la Primera Guerra Mundial, se estrenó esta breve opereta de cámara con el inocente nombre de Frühling (Primavera) Estaba destinada a un cabaret de la equívoca postguerra, con escasos recursos que confinaban el género a la música de cámara, y evocaba las penurias de la época: escasez de vivienda, empleos modestos, bohemia sempiterna de los artistas de la Europa central… Finalmente, Lehar habría de conciliar todas estas escaseces con sus acariciantes melodías, convenientemente adecuadas a la moda, o sea, al fox trot importado por los triunfales americanos del norte.
¡Ha llegado la noche!
Sirenas estridentes silban y rugen,
pueden escucharse voces. ¡Muchedumbres!
¡Ha llegado la noche!
Observa los vivos flashes de los rótulos,
coches que pasan como rayos, entonces todo calla.
Ahora susurra, ahora musita,
de aquí a allá, y sólo cuando la virtud silencia,
el pecado ronda.
Aquellos que se esconden durante el día,
salen de las esquinas en la noche.
Ojos verdes brillan ardientes en la obscuridad.
Sirenas estridentes silban y rugen,
pueden escucharse voces. ¡Muchedumbres!
¡Ha llegado la noche!
Observa los vivos flashes de los rótulos,
coches que pasan como rayos, entonces todo calla.
Ahora susurra, ahora musita,
de aquí a allá, y sólo cuando la virtud silencia,
el pecado ronda.
Aquellos que se esconden durante el día,
salen de las esquinas en la noche.
Ojos verdes brillan ardientes en la obscuridad.
LEHAR - Komm, die Nacht gehört der Sünde - FRÜHLING
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