Corrado Giaquinto - Paisaje con cazadores - 1753-60 (El Prado, Madrid) |
Pintura
Un sendero por el que avanzan los cazadores precedidos por su perro. Fondo de paisaje muy rocoso, y en primer término, un árbol casi desnudo. Este lienzo es compañero de Paisaje con cascada, de igual dimensión, que también se conserva en el Museo del Prado. Estos paisajes constituyen una excepción en la producción de Giaquinto en España pues, aunque el artista recurre a fondos de paisaje en algunas composiciones religiosas o mitológicas, nunca, salvo en este caso, pinta paisajes puros.
Música
El estreno en el Teatro Real de Berlín, el 18 de junio de 1821, no sólo significó la indiscutible victoria de Weber, sino una de las fechas más importantes de la historia de la ópera alemana. El entusiasmo por la nueva obra repercutió ampliamente y se basó en diferentes sentimientos: el musical y, no en último término, el nacional. Era la época en que crecía la conciencia nacional alemana, que había cristalizado en la lucha contra Napoleón y tendía cada vez más nítidamente hacia la unión política del imperio. Con esta conciencia había igualmente una fuerte movilidad social: las mejores fuerzas de la burguesía fortalecían sus posiciones frente a la debilitada aristocracia. Por este motivo, Der Freischütz (El cazador furtivo), que contiene muchas de estas cosas, se convirtió en la expresión ideal de la joven burguesía nacionalista. Su éxito superó al de la mayor parte de las óperas románticas alemanas de entonces, pues había acertado plenamente al describir el espíritu de la época: a pesar del estilo «alemán», esta obra cruzó rápidamente las fronteras.
Kaspar está ocupado con ceremonias mágicas; construye un círculo de piedras alrededor de una calavera. Aparece Samiel, el diablo, en figura de «cazador negro». El plazo de Kaspar ha terminado. Su vida será prolongada sólo si consigue llevar una nueva víctima. Kaspar ofrece el alma de Max. El diablo acepta. Aparece Max, al principio retrocede asustado, pero pronto, con gran sufrimiento en el alma, se sienta al lado de Kaspar, que prepara la magia. Weber y su libretista rodearon esta escena de la lobera con abundancia de horrores románticos, especificaron con exactitud los fenómenos que debían aparecer y los dotaron de la música correspondiente. La tormenta estalla mientras se funden las balas con que Max espera conseguir al día siguiente la casa del guardabosque y la novia. En el punto culminante del sortilegio aparece el diablo. Entonces suena la una, la aparición se desvanece, la naturaleza se calma y Max se levanta.
Carl Maria von Weber - No. 10 Escena del encantamiento - Der Freischütz