Vladimir Borovikovsky - Retrato de Pablo I de Rusia - 1800 (Mikhailovsky Palace, San Petersburgo) |
Pintura
En sus retratos Borovikovskyst llegaba a transmitir los movimientos apenas perceptibles del alma humana, los matices más finos de los sentimientos del retratado. Los retratos, no muy grandes de tamaño, se distinguían por una finura excepcional en la transmisión del carácter, estaban llenos de poesía y lírica. En las obras de principios del siglo XIX, como este retrato de Pablo I vistiendo el traje de Gran Maestro de la Orden de Malta, se percibe la influencia del clasicismo, se caracterizan por la gama discreta de colores y la sequedad de medios expresivos. Pablo I de Rusia fue zar de Rusia desde 1796 hasta su asesinato en 1801. La imagen popular de Pablo I ha sido durante mucho tiempo que estaba loco. Sus excentricidades y su imprevisibilidad condujeron, según esta opinión, a su asesinato. Este retrato de Pablo fue promovido por los asesinos y sus partidarios, y se ha convertido en algo comúnmente aceptado.
Música
El Teniente Kije o Kizhe es el protagonista de una anécdota que se remonta a la época del emperador Pablo I de Rusia. La historia fue utilizada por Yury Tynyanov como base de una novela corta, publicada en 1927 y filmada en 1934 con música de Sergei Prokofiev. La trama es una sátira de la burocracia. El tema principal de la animada "troika", sobre un fondo brillante de las campanas de trineo, contrasta con episodios irónicos en el que los instrumentos de metal y cuerdas en pizzicato figuran prominentemente.
El emperador Pablo I decide promover al inexistente Kizh al rango de primer teniente. Rápidamente asciende capitán y a comandante, y cuando finalmente es ascendido a coronel el emperador ordena que Kizh comparezca ante él. Naturalmente nadie puede encontrar a Kizh. Los burócratas militares buscan el rastro en los papeles y descubren el error original, pero deciden contarle al emperador que Kizh ha muerto. "Qué lástima", exclama el emperador, "era un buen oficial".
Serguei Prokofiev - IV. Troika - El teniente Kijé, Op. 60
¿Sabías que la partitura que escribió para la película "Teniente Kijé" fue la primera música que compuso Prokofiev al regresar a su patria rusa en 1933, después de una residencia de diez años en París, que le hizo, según sus propias palabras, "inquieto y temeroso de caer en el academicismo"; y fue su primer esfuerzo en el medio cinematográfico? El humor mordaz de Prokofiev y su inclinación por lo grotesco fueron hechos a medida para la historia satírica de Kijé, que evoluciona a partir de un incidente de locura tipo Hollywood.
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