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| Lorenzo Lippi - Alegoría de la música - 1648-50 (Colección privada) |
Pintura
Esta representación de Lippi de una joven en pleno acto de composición musical, es sobria, con un inteligente uso de la luz. En ella se puede observar, al fondo, un violoncello barroco.
Música
Sabemos, de puño y letra de Rossini, que sus Seis sonatas para cuerdas fueron escritas en 1804, cerca de Ravenna, Italia, cuando todavía era muy joven. Si se da crédito a sus comentarios, que añadió a los manuscritos mucho más tarde, tan sólo tenía 12 años cuando compuso este "horrendo" conjunto de sonatas. También afirma que no tenía ningún entrenamiento formal en armonía y que compuso el conjunto completo en tres días.
Al igual que Felix Mendelssohn, Giacomo Rossini escribió sus Sonatas para cuerdas cuando era apenas un adolescente. Cada una de ellas comienza invariablemente con un estado de ánimo exultante y juguetón, como si el joven compositor hubiera estado muy familiarizado con las oberturas de las óperas de Mozart. Una melodía de baile, con encantadoras y deslumbrantes variaciones, concluye la Sonata para cuarteto de cuerda núm. 3 en do mayor. Resaltan las alegres travesuras de los violonchelos y contrabajos, inusuales en esa época.
Giacomo Rossini - Final - Sonata para cuerda Nº 3
¿Sabías que los musicólogos de hoy se apresuran a señalar las deficiencias y los puntos débiles de las obras tempranas de Rossini? Al hacerlo, evidentemente pierden de vista dos hechos notables: Rossini no era aún un adolescente cuando fueron escritas. Es más, apenas se había comenzado a concentrar en sus estudios musicales. El grado de conocimiento de la música de Haydn y Mozart está abierto a conjeturas. Difícilmente podría haber sido más que un conocimiento limitado, aunque en su vida posterior se refirió a este último compositor como "la admiración de mi juventud, la desesperación de mis años de madurez, el consuelo de mi vejez". Sean cuales sean las primeras influencias de Rossini, pocos discutirán que, con doce años, Mozart no produjo nada de mayor envergadura. Mendelssohn llegó a los catorce años antes de completar las agradables doce sinfonías para cuerdas y no fue hasta bien entrada la adolescencia, con dieciséis años más o menos, cuando completó el Octeto y la obertura del Sueño de una noche de verano, obras tan a menudo defendidas como ejemplos de una madurez temprana superior.
ResponderEliminaryo, como experta, digo que suena muy bien y tiene mucho mérito ser capaz de crear esta música con doce años. Ole
ResponderEliminarMe alegra contar con seguidores expertos que disfruten de mis selecciones. Gracias
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