Pablo Picasso - Hombre con clarinete - 1911 (Museo Thyssen, Madrid) |
Pintura
Esta composición piramidal en abanico nos muestra un personaje portando un instrumento musical, del que sólo podemos descifrar los signos básicos. La armadura de la imagen está construida con el ritmo de unas cuantas líneas rectas y curvas, y los colores, aplicados con una técnica neoimpresionista, se reducen a una amplia gama de ocres y grises, con los que logra asombrosos contrastes tonales y efectos pictóricos. Aunque Picasso somete al personaje a una descomposición formal extrema que nos lleva a una lectura abstracta, mantiene la colocación vertical de la figura como en el retrato convencional.
Música
Siguiendo la tradición de los compositores de agradecer a sus patrocinadores con obras musicales, Igor Stravinsky escribió sus Tres piezas para clarinete solo (1919) como una expresión de gratitud a Werner Reinhart. Reinhart había financiado la primera producción de L'histoire du soldat (1918) y fue, además, un entusiasta clarinetista aficionado. Dado que Stravinsky disfrutaba componiendo para este instrumento, los intereses de los dos hombres que encajaba muy bien.
La tercera pieza, un ensayo de jazz que pasa zumbando a una velocidad vertiginosa, recuerda el movimiento "Ragtime" de L'histoire. Reinhart, quedó sin duda complacido por el pequeño pero sin embargo entretenido regalo de Stravinsky.
Igor Stravinsky - Pieza para clarinete solo nº 3
¿Sabías que Stravinsky, desde su etapa suiza hasta la americana manifiesta una clara y contundente evolución en la escritura para clarinete? En el primer caso, el abuso de recursos poco naturales al instrumento contrasta con el segundo, en el que demuestra conocerlos, y aunque en líneas generales no los evite, sí que facilita la superación de las dificultades técnicas.
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