domingo, 21 de junio de 2015

HUMOR MUSICAL - La sorpresa -Año VI. Nº 308

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William Adolphe Bouguereau - Biblis - 1884
William Adolphe Bouguereau - Biblis - 1884  (Salar Jung Museum, Haiderabad)

 

Pintura

En la mitología griega, Byblis o Bublis era una hija de Mileto que experimentó amor por Caunus, su hermano gemelo. A pesar de sus esfuerzos iniciales para convencerse de que sus sentimientos eran naturales, se dio cuenta de lo inapropiado de ellos. Incapaz de mantener su amor por Caunus en secreto por más tiempo, e envió una larga carta de amor a través de un sirviente dando ejemplos de otras relaciones incestuosas entre los dioses. Disgustado, se marchó. Creyendo que aún podía hacer que la amara, decidió a intentar cortejarlo una vez más. Cuando descubrió que había huido, se rasgó la ropa con tristeza y se volvió loca. Lo siguió a través de gran parte de Grecia y Asia Menor hasta que finalmente murió, agotada por su dolor y el largo viaje. Como consecuencia de sus constantes lloros se convirtió en un manantial, momento que recoge la pintura de Bouguereau.

Música

La Sinfonía nº 94 en sol mayor, llamada La sorpresa o La del toque de timbal (en alemán Mit dem Paukenschlag) de Josef Haydn fue compuesta alrededor de 1791 y es quizá una de las obras menos conocidas. Sin embargo, es famosa por su segundo movimiento, en do mayor. Haydn la compuso para fastidiar el descanso de la gente que iba a los conciertos para dormir.

George August Griesinger, biógrafo de Haydn, le preguntó, cuando ya contaba con una edad avanzada, si escribió esta "sorpresa" para despertar a la audiencia. Haydn le contestó: “No, pero estaba interesado en sorprender al público con algo nuevo, en hacer un brillante debut y evitar que mi alumno Pleyel, que en ese momento estaba contratado por una orquesta en Londres (en 1792) y cuyos conciertos se ofrecían una semana antes que los míos, me superase. El primer Allegro de mi sinfonía ya había conquistado un sinnúmero de Bravos, pero el entusiasmo alcanzó su pico más alto en el Andante, con el golpe de tambor. ¡Repitan! ¡Repitan! ¡Repitan! ¡Repitan! sonaba en cada garganta y el mismo Pleyel me felicitó por mi idea.”


Josef Haydn - II. movimento - Sinfonía No. 94, 'Sorpresa'

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