Francisco Pons Arnau - Verbena - 1915 |
Pintura
Aparte del retrato, Pons cultivó el paisaje y los cuadros de flores y sobre todo el costumbrismo como en este cuadro. Su pintura tiene muchos recuerdos de la de su maestro Sorolla pero le falta su explosión colorista; su pintura es más sobria u severa tanto en el trazo como en el color. Si comparamos una temática parecida entre el maestro y el discípulo observaremos ese diferente tratamiento del color, pero en cambio amplias concomitancias de estilo en el conjunto del cuadro.
Música
Camile Saint-Saëns gustaba de asistir a las zarzuelitas de Chueca y éste, en una ocasión, le regaló un ejemplar de la partitura de una de ellas, De Madrid a Paris (en la que se cantaba aquello de “A mi me llaman la Pelos, a mi la de Lavapiés”) No quiso el gran músico el obsequio, seguramente para no “contaminarse” con algo hecho sin la disciplina debida, pero, cuando echaba a la estufa la partitura, volvió a cantar la picaresca melodía para terminar diciendo “Qué clase de talento tiene este demonio de compositor que, casi sin saber música, la crea de tal fuerza que no se la puede olvidar cuando una vez se la oye”. Agua, azucarillos y aguardiente, pasillo veraniego en un acto (género chico) con libreto de Miguel Ramos Carrión y la música de Federico Chueca, fue estrenado en el Teatro Apolo de Madrid el 23 de junio de 1897.
De repente la madre despierta y se van como es habitual al Paseo de Recoletos. Serafín cae en un profundo y verdadero sueño, ya que
realmente fue él quien finalmente ingirió el somnífero. Asia, desengañada, está dispuesta a volver a Valdepatata. A medianoche Pepa y Lorenzo, con Manuela y Vicente, acuden al baile de la Verbena de San Lorenzo, mientras que a Serafín, que sigue durmiendo, pierde su ropa y su cartera a manos de Garibaldi, un raterillo del barrio que
se gana la vida tocando la lira. Despojado de todo cuanto contribuía a darle encanto, cae en manos de la policía que lo detiene, tomándole por un rufián, pese a sus protestas.
Federico Chueca - Final - Agua, azucarillos y aguardiente