Anónimo - Icono ruso sobre la Resurrección - s. XVI (Museo de Iconos de Recklinghausen) |
Pintura
Desde tiempos remotos la iconografía típica en la Iglesia de Oriente del misterio de la Resurrección del Señor era la representación de Cristo en el abismo del infierno resucitando a Adán y Eva y a otros justos del antiguo Testamento. En un rayo de luz, que se reproduce en este icono con una mandorla azul, Cristo aparece con una vestidura blanca brillante. Permanece de pie sobre los batientes cruzados de la puerta del infierno, mientras caen hacia abajo las cerraduras y las llaves en la oscuridad del inframundo. Cristo toma de la muñeca a Adán y lo saca de la tumba, mientras que Eva, vestida con un traje rojo, se arrodilla detrás de él orando, mientras alza sus manos. Las dos figuras coronadas detrás de Adán son David y Salomón, que son conducidos por Juan el Bautista, el último de los profetas. Detrás de Eva se encuentra Moisés, con las tablas de la ley en sus manos, hablando con otros dos antepasados. Sobre la mandorla de Cristo, dos ángeles sostienen la Cruz y el Cáliz, mostrando que la muerte en sacrificio de Cristo era requisito previo para la salvación de la humanidad.
Música
La Obertura de la gran Pascua rusa, Op. 36 (Svetliy prazdnik, también conocida como Obertura para el festival de la Pascua rusa) es una obertura concierto compuesta por el compositor ruso Nikolái Rimski-Kórsakov entre agosto de 1887 y abril de 1888, dedicada a la memoria de Modest Músorgski y Aleksandr Borodín, dos miembros del grupo de Los Cinco. Se subtitula «Obertura sobre temas litúrgicos». El estreno tuvo lugar en San Petersburgo a finales de diciembre de 1888.
El autor nunca olvidó los sonidos, que escuchó en su niñez, procedentes de las campanas del monasterio de Tikhvin, cruzando el río hasta su casa. Y no quedó menos impactado por el fervor y la resonancia de la Pascua Ortodoxa, clímax de las celebraciones litúrgicas del año. Escribió su obertura tomando temas litúrgicos del Obikhod (antigua colección de cantos), incorporando también, para mayor efecto, el lado más “legendario y pagano” de la Pascua.
Nikolái Rimski-Kórsakov - Obertura de la gran Pascua rusa, Op. 36
¿Sabías que aunque el título y las raíces de la obertura, compuesta sobre temas del obikhod -colección de cantos de la Iglesia Ortodoxa Rusa-, pueden sugerir una obra de profundo sustento religioso, fue el carácter esencialmente pagano del regocijo popular durante la Pascua, lo que realmente el compositor trató de expresar en su música? Así lo dejó escrito su autor en sus memorias.
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