Simon Hollósy - Juerga en la taberna - 1888 (Galería Nacional Húngara) |
Pintura
Las pinturas de género que representan la vida en los pueblos no fueron tema de interés para Hollósy, sino tan sólo una experiencia nostálgica. Cuando se examinaban cuestiones artísticas en su escuela, había vino en la mesa lo cual recordaba el ambiente de las tabernas de los pueblos. Los protagonistas del cuadro están sentados en silencio delante del vino y tan solo breves episodios rompen la noche aparentemente tranquila. El húsar ha dejado de hablar y el joven que lleva un sombrero con flores levanta su copa para decir adiós a la ruborizada sirvienta: va a incorporarse al ejército como recluta. El violín ha dejado de tocar, la cortina de rayas y el geranio rojo responden al rojo delantal de la criada. Es quizás por estos colores por los que esta tarde nos resulta tan típicamente Húngara.
Música
Niko Dostal compuso Die ungarische Hochzeit (La boda húngara), opereta en un prólogo y tres actos con texto de Hermann Hermecke, basado en la novela “Szelistye, das Dorf ohne Männer” (“Szelistye, la aldea sin hombres”) de Kálmán Mikszáth. Se estrenó en el Württembergischen Staatstheater de Stuttgart, el 4 de febrero de 1939.
El conde Stefan ha recibido un correo de la emperatriz María Teresa para que se presente urgentemente en la ciudad de Popláka para hacer justicia, pues los colonos se han quejado de que el juez local sólo les ha ofrecido tierras y no bellas mujeres para casarse, como también era su deseo. A punto de partir el Conde se da cuenta de que en la habitación de al lado le espera una enamorada dama, por lo que ruega a su criado Arpád haga él el viaje y le represente. Frusina, la mujer del juez, al enterarse de la inspección que se avecina, se convierte en la verdadera protagonista pues se le ocurre ofrecer a los colonos las más bellas jóvenes de la localidad lo que hace muy feliz a la parroquia. A su hija Janka la quiere casar con el falso conde, pero Arpád, que ha descubierto a su amo Stefan disfrazado de campesino, se decide por la aldeana Etelka. Y Janka se enamora de Stefan (“Spiel mir das Lied von Glück und Treu”) Todas las parejas quedan muy decepcionadas cuando se descubre que los ilustres forasteros no son lo que representan. Todo se arregla con la sabia decisión de la emperatriz María Teresa que declara ilegales las bodas celebradas en Popláka, llamando al orden al juez, y permitiendo que Stefan se case con Janka y Arpád con su amada Etelka.
Niko Dostal -Spiel mir das Lied von Glück und Treu - Die ungarische Hochzeit
¿Sabías que Dostal intentó con esta obra seguir la estela de las populares obras de E. Kalman, las cuales fueron prohibidas durante la Segunda Guerra Mundial? La obra fue llevada al cine en 1968.
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