Rembrandt - La lección de anatomía del doctor Nicolaes Tulp - 1632 (Mauritshuis, La Haya) |
Pintura
Retrato de grupo encargado por el doctor Nicolaes Tulp, en el que aparece representada una lección pública de anatomía, costumbre habitual en aquellas fechas para demostrar la sabiduría de Dios al crear al hombre. Vemos al doctor Tulp con su sombrero, reflejo de su cargo, con unas pinzas en la mano derecha, mostrando a sus alumnos la disección de un brazo, los tendones y los músculos. El cuerpo del muerto en el que se realizan las prácticas es el de un conocido criminal ajusticiado; detrás de él se sitúan siete alumnos del doctor que escuchan atentamente la lección, destacando el realismo de las figuras a través de sus expresiones: sorpresa, entusiasmo, atención... Las miradas de cada una de las figuras hablan por sí solas y hacen que el espectador se sienta protagonista también de la escena y se integre en la lección, ampliando así el aula de Tulp a la sala donde se expone el cuadro. Las figuras apiñadas en torno al cadáver suponen una novedad, ya que en los retratos de grupo anteriores, se pintaba a las personas en fila; al colocarlas así, Rembrandt ofrece una mayor sensación de realismo. El pintor está interesado en los contrastes lumínicos que provoca una luz potente y clara, que ilumina unas zonas y deja en profunda sombra el resto del espacio, según indicaba la teoría tenebrista que trabajaba por estas fechas. El colorido oscuro también es característico de la técnica tenebrista, pero además hay que destacar la austeridad cromática de los trajes de aquella época, animada por los cuellos y puños blancos. Los detalles de los cuellos y los ropajes o los libros demuestran la altísima calidad del artista, que triunfa en Amsterdam gracias a estos trabajos.
Música
El rey que rabió es una zarzuela en tres actos, divididos en siete cuadros, con letra de Miguel Ramos Carrión y Vital Aza y música compuesta por Ruperto Chapí, que se estrenó en el Teatro de la Zarzuela de Madrid el 20 de abril de 1891.
El rey, vestido de pastor, parte con el general, para hacer un viaje de incógnito por el reino y así poder divertirse. Llegan a un pueblo y paran en la posada. Entra gritando Jeremías, sobrino del alcalde, el cual se ha escapado también para seguir a su prima; tiene los pantalones rotos, puesto que un perro lo atacado. Lo ocultan dentro de la casa; al momento llega la tropa buscando al rey, los labriegos lo confunden con Jeremías, comentando que éste ha sido atacado por el perro al intentar esconderse. Temiendo que haya cogido la rabia, se llevan a Jeremías, pensando que es el rey, al labrador y al perro. En el jardín del palacio real, los pajes se preguntan donde está el rey. Los ministros comentan sobre el estado de salud del rey y sobre el ataque del perro, avisando a los más eminentes doctores para que realicen su diagnostico (Coro de Doctores: "Juzgando por los síntomas que tiene el animal")
Ruperto Chapí - Coro de doctores - El rey que rabió
Un seguro diagnóstico, sin espacio para el error: "Juzgando por los síntomas que tiene el animal, bien puede estar hidrófobo, bien no lo puede estar, y afirma el gran Hipócrates que el perro en caso tal suele ladrar muchísimo o no suele ladrar."
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