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| J.M. William Turner - Lluvia, vapor y velocidad. El gran ferrocarril del Oeste - 1844 (National Gallery, Londres) |
Pintura
A diferencia de otros pintores de la época, que despreciaban la industrialización y no veían en el progreso industrial temas merecedores de tratamiento pictórico, Turner admiraba la técnica moderna y por ello pinta la locomotora más moderna de su género y el entonces vanguardista puente de Maidenhead (sobre el río Támesis entre Taplow y Maidenhead) El tren es usado como recurso para representar un objeto a gran velocidad, para desmaterializar la forma. Recurre a una luz muy intensa que transmite más la emoción que la realidad objetiva. Así logra crear la atmósfera que pretende, más que ofrecer una representación verídica. A través de empastes se logra reflejar el humo del ferrocarril y el aire mismo. Los elementos sólidos (el tren, el puente) apenas están insinuados, desaparecen en la atmósfera neblinosa e irreal del cuadro. Se difuminan y mezclan la neblina que exhala el agua, la lluvia que pone un velo ante el cielo y el vapor de la locomotora.
Música
Vergnügungszug ('Tren de placer'), polka schnell op. 281 fue compuesta por Johann Strauss II para un baile de la Asociación de Sociedades Industriales, celebrado en la Redoutensaal del palacio de Hofburg, el 19 de enero de 1864.
El aumento de la confianza pública en los nuevos trenes motivó la ampliación de la red ferroviaria, inaugurada en noviembre de 1837, abriéndose al campo austriaco. Durante la década de 1860 la compañía del Ferrocarril del Sur operaba los muy populares 'trenes del placer' ofreciendo viajes sorpresa con destinos misteriosos. Esta atracción inspiró al joven Johann Strauss una polka rápida animada y descriptiva.
Johann Strauss II - Vergnügungszug, polka schnell op. 281
¿Sabías que aunque muchas de las obras de Strauss conmemoran los viajes y otras formas de transporte, ni él ni su hermano emprendieron con entusiasmo grandes viajes? Una anécdota cuenta que el mismo Johann estaba aterrorizado por la mera mención de los precipicios cerca de los que discurría el Semmering Pass y más tarde, durante un viaje en tren que realizó a Boston en la década de 1870 como parte de una gira de conciertos por los Estados Unidos, su esposa Henrietta Treffz señaló que Strauss le había confesado que prefería morir antes que verse obligado a hacer otro viaje en el ferrocarril estadounidense.
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