Charles-Louis Muller - Llamada a las últimas víctimas del Grande Terreur en la prisión de Saint Lazare - 1794 (Versalles) |
Pintura
La lista de las últimas víctimas del terror y el conocimiento del escrito de Vigny sobre la muerte de André Chénier, fueron decisivos para la reflexión del artista sobre el horror del Grande Terreur. El ujier, "la gran luz", los comisarios de la República y los carceleros, descritos por Vigny, son perfectamente visibles. Siguiendo el espíritu romántico, el artista destacó en un primer plano, de entre el resto de presos, al poeta incomprendido Chénier, diferenciándolo del también poeta Jean-Antoine Roucher, representado en el lienzo, mucho más famoso que Chénier, pero carente de su poder creativo. Se reconoce a la derecha "a la joven cautiva", Aimée de Coigny, suplicando de rodillas al abad de Saint-Simon. Los prisioneros representados son, en su mayoría, aristócratas (Marqués de Montalembert, la condesa de Narbonne-Pelet, la princesa de Mónaco, etc.), mientras que en la lista figuran especialmente nombres de artesanos y sans-culottes. Hombres y mujeres estaban separados en las cárceles revolucionarias, pero Müller quiso reflejar el drama, la tragedia. Su composición es estrictamente simétrica, con la apertura de una puerta de acceso central, a través del cual se precipita la luz y dónde aparece la princesa de Chimay, arrastrada a la guillotina. Incluso esta luz respira el horror: no hay esperanza. En el roce de los prisioneros escondidos en las sombras se percibe la angustia, que se opone a la seguridad mostrada por el comisionado que realiza la llamada. La obra, organizada en torno a los grupos, entre los que destaca Chénier, está marcada por luces y sombras, en las que la sombra simboliza la vida, y la luz, la muerte. A la derecha, un guardia señala a la princesa de Mónaco, destacada con una luz blanca que la arrebata de las sombras que le rodean, significando que va morir. Chénier, por su parte, espera.
Música
La única ópera de Beethoven, Fidelio oder die eheliche Liebe, Op. 72, (Fidelio o el amor conyugal), soportó y sobrevivió a dos títulos, tres libretistas, tres versiones y cuatro oberturas antes del triunfal estreno en el Theater am Kärntnertor en Viena, el 23 de mayo de 1814.
Florestan, marido de Leonora, es encarcelado arbitrariamente en un calabozo en las cercanías de Sevilla por su enemigo Don Pizarro. Leonora decide rescatarlo. Disfrazada de hombre, consigue que le dé empleo el carcelero jefe Rocco, en la esperanza que éste le la conducirá hasta su amado. Rocco, su hija Marcelina, Jaquino, su pretendiente y Leonora, cantan un cuarteto sobre el amor que Marcelina tiene por Fidelio, que es Leonora disfrazada (Mir ist so wunderbar - "Un maravilloso sentimiento me llena", también conocido como el cuarteto del canon).
Ludwig van Beethoven - Mir ist so wunderbar - Fidelio
La ópera cuenta cómo Leonora, disfrazada como un guardia de la prisión llamado "Fidelio", rescata a su marido Florestán de la condena de muerte por razones políticas.
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