viernes, 28 de septiembre de 2012

ASÍ CANTA Y BAILA EL DIABLO – Danza diabólica -Año III. Nº 148

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El Bosco - Infierno de El  Jardín de las delicias - ca. 1504
El Bosco - Infierno de El  Jardín de las delicias - ca. 1504  (El Prado, Madrid)

El tríptico de "El jardín de las delicias" es una obra de carácter moralizador -no exenta de pesimismo- en la que el artista insiste en lo efímero de los placeres pecaminosos. En el panel derecho, El Bosco representa el Infierno, el más impresionante de los conocidos del pintor, al que se suele llamar «Infierno musical» por la importante presencia de instrumentos musicales, utilizados para torturar a los pecadores que dedican su tiempo a la música profana. De toda la escena, lo que más atrae la atención es el plano medio con la figura del hombre-árbol -asociado con el demonio-, tanto por su color claro sobre fondo oscuro, como por su gran tamaño en relación a los otros seres representados. Si en el jardín de las delicias dominaba la lujuria, en el Infierno reciben su castigo todos los pecados capitales. Buen ejemplo de ello es el monstruo sentado en el primer plano, a la derecha de la tabla, que devora hombres y los expulsa por el ano -avaros-. Y, sin duda, alude a los glotones -al pecado de la gula- el interior de taberna del tronco del hombre-árbol, en el que los personajes desnudos sentados a la mesa esperan a que los demonios les sirvan sapos y otros animales inmundos, al igual que se destina a los envidiosos el suplicio del agua helada. Tampoco faltan castigos para los vicios censurados por la sociedad de la época, como el juego, o para alguna clase social, como el clero tan desprestigiada entonces, como se verifica en el cerdo con toca de monja que abraza a un hombre desnudo, abajo, a la derecha de la tabla.


Joseph Hellmesberger, quien vivió en la segunda mitad del siglo XIX, incluyó en su producción una serie de danzas tales como la Danse Diabolique, una pieza excitante que alberga un enérgico vals en su corazón.

Como su padre antes que él, Josef Hellmesberger hijo (“Pepi”) fue un excelente violinista, solista en la Ópera Estatal de Viena y líder del cuarteto de cuerda fundado por su padre. Llegó a ser también director principal de la Ópera Estatal de Viena. Entre 1900 y 1903 dirigió los conciertos de la Orquesta Filarmónica de Viena, sucediendo a G. Mahler.


Josef Hellmesberger II - Danse Diabolique

viernes, 7 de septiembre de 2012

ASÍ CANTA Y BAILA EL DIABLO – Mefistófeles -Año III. Nº 145

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Mariano Fortuny y Marsal - Fantasía sobre Fausto - 1866
Mariano Fortuny y Marsal - Fantasía sobre Fausto - 1866  (El Prado, Madrid)

 

Pintura

Homenaje a la música y a su ejecución virtuosa, esta obra es fruto de la interpretación que Juan Bautista Pujol hizo de su “Gran fantasía para piano basada en motivos de la ópera Fausto de Charles Gounod” en el estudio del pintor Francisco Sans y Cabot. El artista realizó in situ sendos estudios del piano y del compositor, que aparece en la misma actitud que en el óleo, ante su instrumento, un piano de cola en madera de color caoba, con pedalero de lira, patas acanaladas y ruedas, quizá de la marca Pleyel o Erard. La vívida evocación del pintor le llevó a imaginar el cuarteto del acto III, escena VIII de la ópera, que se desarrolla en el jardín de la casa de Margarita. La suavidad del color de los vestidos de Fausto y Margarita y de su fondo iluminado contrasta con los tonos oscuros de las figuras de Marta y Mefistófeles, plasmadas con desenvuelta ejecución, de modo que es el propio pincel el que dibuja los vuelos del vestido de Marta y de la capa de Mefistófeles. Esta figura, por su ademán teatral, es la principal de la escena. Su atavío es muy fiel al texto en el que se presenta en la obra de Goethe. La inclusión de un búho o mochuelo blanco que vuela bajo resalta la irrealidad de la escena con una sugestión maligna.

Música

Mefistofele es la única ópera terminada por el compositor italiano Arrigo Boito. Fue estrenada el 5 de marzo de 1868 en La Scala de Milán. El estreno de la obra fue un fracaso. La audiencia había escuchado con anterioridad que Boito cambiaría el rostro de la ópera italiana y reaccionó con hostilidad. Por una parte algunas escenas fueron tachadas de desagradables, como la escena en la corte del emperador, y por otra, probablemente la longitud de la obra fue un problema para muchos. Después de solo dos representaciones, la ópera tuvo que ser retirada. Boito trabajó en una nueva versión de la ópera que fue estrenada en Bolonia en 1875, cantada por un reparto que se consideró más apropiado. Boito redujo notablemente la duración de la obra, cortando algunas escenas y reduciendo otras. También hizo cambios en el rol de Fausto, pasando de un barítono en la versión original, a un tenor. La función fue un éxito.

ACTO I, Escena II - Gabinete de Fausto, donde está abierto el evangelio.
El fraile lo ha seguido al volver a casa y se esconde en la oscuridad. Fausto canta el placer de volver al hogar cuando el fraile se presenta. Fausto, aterrado, lo interpela, y Mefistófeles se revela en forma de caballero. Fausto ríe la broma y le pregunta su propósito, así como quién es. Mefistófeles se lo explica en un aria genial, de ritmo rápido y gustoso, con arduo acompañamiento orquestal: “es el espíritu que siempre niega, que desea la destrucción, ¡¡y que siempre silba, silba, silba!!”.


Arrigo Boito - Son lo spirito che nega - Mefistofele

 
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