Antonio María Esquivel y Suárez de Urbina - Maja - ca. 1830 (Museo Nacional del Romanticismo, Madrid) |
Pintura
Figura popular de maja, de cuerpo entero, ataviada con basquiña negra, a juego con los zapatos, medias blancas y jubón rosa acorde con la peineta. Cubre la cabeza con mantilla negra. Esquivel demuestra su buen hacer como acuarelista, empleando un dibujo preciso y las aguadas magistralmente aplicadas con una suavidad y colorido brillantes y efectistas. El pintor consigue introducirnos en la escena con los mínimos recursos espaciales. Sirviéndose de lo atrayente de la temática, busca la complicidad del espectador con los pintorescos personajes, de llamativa indumentaria, logrando que la narración y la expresividad no actúen en detrimento de la técnica.
Música
Estrenada en el teatro Apolo, el 25 de noviembre de 1897, bajo la dirección de compositor, Ruperto Chapí, La Revoltosa obtuvo un éxito clamoroso desde el comienzo de su famoso preludio., que hizo levantarse a Mancinelli del palco en el que se encontraba acompañado por Saint-Säens, y exclamar –en palabras de Chispero- “Maravilloso, questo e una opera darte ¡Viva la música española!”. Tuvo que repetirse el preludio, ante la exaltación del público, que se levantaba de las butacas para ir a estrechar la mano de Chapí.
La capacidad del compositor se evidencia inmediatamente en el arrollador preludio que esboza los acontecimientos que vendrán, sin caer en el simple esquema de las oberturas potpourrí.
Ruperto Chapí - Preludio - La Revoltosa
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