viernes, 30 de agosto de 2024

LA REVOLTOSA – Cosas de la corrala -Año XV. Nº 860

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Eduardo Vicente - Corrala - 1940
Eduardo Vicente - Corrala - 1940

 

Pintura

Lo que más le gustaba a Vicente era observar y mirar a la gente, en los barrios de Madrid o de Nueva York. Recoge un Madrid de la posguerra y los años cincuenta que ha desaparecido. Pero más allá de esta crónica de la vida de la calle, su pintura celebra la intimidad, la intimidad lírica de sus rotundas figuras femeninas. Por ejemplo, en esta escena en la que aparecen como protagonistas unas mujeres lavando y tendiendo la ropa en una corrala. Las corralas son también conocidas como “viviendas de corredor” por el corredor o pasillo con el que cuentan. Las viviendas se distribuyen en varias plantas y las exteriores se asoman al patio central, verdadero centro neurológico y testigo de la vida de la comunidad de vecinos allí instalada. Si existe en Madrid una construcción con idiosincrasia e identidad propia, esa es la corrala. Las corralas son el máximo exponente de la arquitectura popular madrileña, construidas desde el siglo XVI hasta bien entrado el siglo XIX.

Música

El número final de La Revoltosa, zarzuela de Ruperto Chapí, estrenada en el teatro Apolo, el 25 de noviembre de 1897, configurado por varias escenas cómicas, es uno de los más brillantes ejemplos de literatura cómico musical. Chapí retorna la lección rossiniana de igual modo que había hecho Verdi con Falstaff. Una rítmica vertiginosa, que incluso parece desbordar a los personajes, adaptada a las posibilidades armónicas e instrumentales de finales del siglo XIX. Hasta la inclusión de algunos momentos líricos obedecen a la ley del contraste dramático que favorece la comicidad de la escena. El final es un añadido orquestal, retomando el tema original del comienzo, tal y como era habitual en el género lírico.

Apenas se retiran a sus casas, una horda de muchachos bullangueros rumorea frente a la puerta de la joven. Lo hacen por encargo de las vecinas para dañar el buen nombre de Mari Pepa. La revoltosa se asoma, completamente confundida por ese tumulto en medio de la oscuridad. Felipe acude e interviene tan irritado por los celos que la cosa amenaza acabar en una reyerta sangrienta. Finalmente, a la luz, las promotoras de la pesada broma aclaran la situación. Ya logrado su objeto, Mari Pepa se vuelve más prudente y la fiesta puede comenzar.


Ruperto Chapí - Escena final - La Revoltosa

viernes, 23 de agosto de 2024

LA REVOLTOSA – Flirteo castizo -Año XV. Nº 859

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Elsi Gumier - Pareja de madrileños - c. 1950
Elsi Gumier - Pareja de madrileños - c. 1950

 

Pintura

Dibujo de una pareja vestidos con los trajes regionales madrileños. Al fondo, representación de la ermita de San Isidro. El traje regional de las chulapas está formado por un vestido de tela de algodón muy ceñido con volantes en los bajos generalmente de color blanco con topos u otras figuras como rombos decorándolo. Este diseño va acompañado por complementos tales como un mantón de Manila cubriendo los hombros y un pañuelo blanco sobre el pelo recogido y un rojo clavel. Las chulapas suelen llevar zapatos negros de tacón o alpargatas de esparto. Los chulapos llevan unos pantalones ajustados de color oscuro: gris, negro, etc. que reciben el nombre de alares junto con una camisa blanca, la limpia; que se complementa con un chaleco del mismo tipo de color que los pantalones con un clavel en la solapa. También llevan como complemento un pañuelo blanco atado al cuello que es conocido como safo y una boina de colores grisáceos llamada parpusa. Como calzado, suelen usarse zapatos negros, tradicionalmente de charol que recibían el nombre de calcos.

Música

La turbulenta acción de La Revoltosa, zarzuela de Ruperto Chapí, estrenada en el teatro Apolo, el 25 de noviembre de 1897, toma dos modelos teatrales acreditados para transformarlos caprichosamente: la idea de Shakespeare de la fierecilla domada que Chapí ya había asimilado en Las Bravías, y el conglobado torbellino del vecindario ávido de discordia de Goldoni. Así, la actitud de Mari Pepa, bella mujer algo casquivana y coqueta, que tiene revueltos a los varones moradores de la vecindad y en pie de guerra a sus esposas y novias, produce indignación y celos en el joven formal que la corteja, Felipe, a pesar de que la única intención de ella es sentirse admirada y hacer sufrir al que dice que la quiere, poniendo así a prueba su cariño.

Frente a una taberna, con ocasión de una verbena, los celos enfurecen a Mari Pepa cuando ve salir de allí a Felipe con algunas muchachas. Los vecinos se burlan y atizan su ira, decididos a domar definitivamente a la revoltosa. De nuevo, en el patio interior engalanado para la verbena de esa noche, Mari Pepa y Felipe confirman su amor (Dúo)


Ruperto Chapí - Dúo - La Revoltosa

viernes, 16 de agosto de 2024

LA REVOLTOSA – Artes de mujer -Año XV. Nº 858

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Rafael Romero Barros - Maja - ca. 1865-70
Rafael Romero Barros - Maja - ca. 1865-70  (Museo de Bellas Artes, Córdoba)

 

Pintura

Ejemplo típico del género costumbrista en Romero Barros es esta obra que tiene el rostro de Rosario de Torres - su mujer - como protagonista y el paisaje serrano cordobés del Santuario de Nuestra Señora de Linares como fondo.

Música

El libreto de José López Silva y Carlos Fernández Shaw para La Revoltosa, zarzuela de Ruperto Chapí, estrenada en el teatro Apolo, el 25 de noviembre de 1897, plasma el costumbrismo español, pero haciéndolo más localista, más madrileño, y la música se acopla de manera perfecta, no sólo en sus cúspides (como el preludio, las guajiras y el dúo), sino en el resto, en donde la música es cómplice y “lleva” a los actores/cantantes, en un ejemplo de lo que debe ser una zarzuela, no sólo a una ópera con diálogos, ni tampoco sólo a una comedia con romanzas sino una a obra en la que fluyan con “naturalidad” las partes habladas o cantadas y no como compartimentos estancos.

La revoltosa es la joven y bonita Mari Pepa, querida en todo el barrio pero también aborrecida por su abominable insolencia. Trae y lleva chismes y se recrea en las querellas que desata por doquier, sobre todo las amorosas (Cuarteto)


Ruperto Chapí - Cuarteto - La Revoltosa

viernes, 9 de agosto de 2024

LA REVOLTOSA – Al pie de tu ventana -Año XV. Nº 857

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Francisco de Goya - La gallina ciega - 1788
Francisco de Goya - La gallina ciega - 1788  (El Prado, Madrid)

 

Pintura

Un grupo de cinco parejas, varios majos y majas, así como una dama y un caballero vestidos con elegancia a la francesa, juegan a la "gallina ciega", entretenimiento conocido también como del "cucharón". En el centro del corro, uno de los majos, con los ojos vendados, intenta alcanzar a sus compañeros con la cuchara de madera, mientras que una de las jóvenes, tal vez su pareja, se esconde tras la dama del elegante sombrero. En el fondo de paisaje Goya recrea las orillas del río Manzanares a su paso por Madrid y las lejanías reconocibles de la sierra de Guadarrama.

Música

La Revoltosa, zarzuela de Ruperto Chapí, estrenada en el teatro Apolo, el 25 de noviembre de 1897, incluye buenos ejemplos de danzas populares. Para el público español la danza de las seguidillas está cargada de significado como para justipreciar acertadamente la escena que enseguida domina. En primer lugar, es una danza erótica de galanteo. En segundo lugar, se la baila y se la canta. Abarca pues el lenguaje y el movimiento corporal, en su mayoría acompañado por castañuelas y rítmico batir de palmas, de manera que el cuerpo de bailarines cantantes interpreta a la vez el instrumento y él mismo se convierte en instrumento. En tercer lugar, las seguidillas provienen de otra región; de la Mancha y originalmente de Andalucía. Por consiguiente, el compositor hace brotar este baile en un barrio por completo heterogéneo de la gran ciudad de Madrid.

El ámbito espacial es el patio de vecindad de un barrio bajo madrileño, convirtiendo así en protagonistas indiscutibles de una acción coral a sus habitantes que bajan y suben, juegan a las cartas, discuten y se quieren en torno al corral vecinal (Escena y seguidillas)


Ruperto Chapí - Escena y seguidillas - La Revoltosa

viernes, 2 de agosto de 2024

LA REVOLTOSA – ¡Viva la música española! -Año XV. Nº 856

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Antonio María Esquivel y Suárez de Urbina - Maja - ca. 1830
Antonio María Esquivel y Suárez de Urbina - Maja - ca. 1830  (Museo Nacional del Romanticismo, Madrid)

 

Pintura

Figura popular de maja, de cuerpo entero, ataviada con basquiña negra, a juego con los zapatos, medias blancas y jubón rosa acorde con la peineta. Cubre la cabeza con mantilla negra. Esquivel demuestra su buen hacer como acuarelista, empleando un dibujo preciso y las aguadas magistralmente aplicadas con una suavidad y colorido brillantes y efectistas. El pintor consigue introducirnos en la escena con los mínimos recursos espaciales. Sirviéndose de lo atrayente de la temática, busca la complicidad del espectador con los pintorescos personajes, de llamativa indumentaria, logrando que la narración y la expresividad no actúen en detrimento de la técnica.

Música

Estrenada en el teatro Apolo, el 25 de noviembre de 1897, bajo la dirección de compositor, Ruperto Chapí, La Revoltosa obtuvo un éxito clamoroso desde el comienzo de su famoso preludio., que hizo levantarse a Mancinelli del palco en el que se encontraba acompañado por Saint-Säens, y exclamar –en palabras de Chispero- “Maravilloso, questo e una opera darte ¡Viva la música española!”. Tuvo que repetirse el preludio, ante la exaltación del público, que se levantaba de las butacas para ir a estrechar la mano de Chapí.

La capacidad del compositor se evidencia inmediatamente en el arrollador preludio que esboza los acontecimientos que vendrán, sin caer en el simple esquema de las oberturas potpourrí.


Ruperto Chapí - Preludio - La Revoltosa

 
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