Caspar David Friedrich - Paisaje invernal con iglesia - 1811 (Museo de Arte e Historia del Arte, Dortmund) |
Pintura
Friedrich realiza un cuadro religioso de contenido paisajístico, en la certeza panteísta de la presencia de Dios en el mundo a través de la naturaleza. De este modo, el espíritu entrenado puede hallar la fe en la naturaleza, en una relación espiritual privada, fuera de los templos, fuera de la iglesia medieval. A pesar de su costumbre de emplear dibujos anteriores sobre motivos reales, el artista realiza en esta obra su primer edificio gótico inventado. Al igual que en Cruz en las montañas, la estructura de las agujas góticas se repite en los abetos entre los que se halla, vuelta hacia el caminante - Friedrich - que ha abandonado sus muletas, la cruz. Dichos abetos simbolizan al creyente; la catedral gótica, alzándose entre la bruma, a una distancia indeterminada, es una aparición de la ciudad celestial, la Jerusalén divina, siempre representada como una arquitectura lejana, flotante y casi inalcanzable (Greifswald a la luz de la luna)
Música
Winterreise, D.911, Op.89 (Viaje de invierno) es un ciclo de lieder compuesto por Franz Schubert, sobre poemas de Wilhelm Müller. Es una de las obras que compuso en el último año de su vida, en 1827, y el conjunto de canciones sobre el que más trabajó.
“Gute Nacht“ (“Buenas noches“), “Fremd bin ich eingezogen...“, en re menor. Es el lied de mayor duración. Comienza diciendo “Llegué como un extraño, como un extraño me marcho", marcando así el
aire de tristeza y aislamiento que predominará en toda la obra. Fue feliz (“la joven habló de amor, la madre incluso de matrimonio”), pero su historia de amor, por razones no concretadas, tiene que acabar. Una noche de invierno, se despide del lugar y de su amada. Él se despide de su amada, aún dormida, dándole las buenas noches. Se trata de un lied en ritmo de caminante, como indica el propio Schubert: “moderado, en movimiento de caminar”.
Franz Schubert - I. Gute Nacht - Winterreise, op. 89, D. 911