viernes, 29 de julio de 2016

AIRES FRANCESES – Arlés -Año VII. Nº 372

1 comentarios
 
Vincent van Gogh - La habitación de Arlés - 1889-90
Vincent van Gogh - La habitación de Arlés - 1889-90  (Museo d’Orsay, Paris)

En una carta dirigida a su hermano Théo, Vincent explica lo que le incita a pintar una obra semejante: quiere expresar la tranquilidad y resaltar la sencillez de su dormitorio mediante el simbolismo de los colores. Para ello, describe: "los muros lila pálido, el suelo de un rojo gastado y apagado, las sillas y la cama amarillo de cromo, las almohadas y la sábana verde limón muy pálido, la manta roja sangre, la mesa de aseo anaranjada, la palangana azul, la ventana verde", afirmando: "Había querido expresar un reposo absoluto mediante todos estos tonos diversos". Mediante estos diferentes tonos, Van Gogh hace referencia a Japón, a sus crespones y a sus estampas. Se justifica de este modo: "Los Japoneses han vivido en interiores muy sencillos y que grandes artistas han vivido en este país." Pese a que, para los japoneses, una habitación decorada con cuadros y muebles no parezca realmente sencilla, para Vincent es "un dormitorio vacío con una cama de madera y dos sillas." Alcanza a pesar de todo una cierta austeridad, por su composición constituida casi únicamente de líneas rectas y por la combinación rigurosa de superficies de color que compensan la instabilidad de la perspectiva.


La joya de la modesta corona sinfónica de Georges Bizet, L’arlésienne, comenzó como música incidental para veintiséis instrumentos, destinada a acompañar el melodrama homónimo de Alphonse Daudet, que fue estrenado en el teatro Vaudeville en 1872.

En el momento del estreno, el melodrama ya se consideraba una forma vieja y artísticamente obsoleta. Tanto es así que los críticos musicales no se molestaron en ir a su estreno, y el público, que había ido a escuchar sobre todo a los actores, recibió la música como una continua y molesta interrupción. Trece años más tarde resucitó en el teatro Odeón, y esta vez triunfó. Su éxito convenció a Bizet para extraer de ella cuatro partes (la más popular su preludio) y rescribirlas para orquesta, y en noviembre de 1885 se estrenó la suite sinfónica ante un público encantado.


Georges Bizet - Preludio - L'arlésienne, suite nº 1

viernes, 22 de julio de 2016

AIRES FRANCESES – La alegría de París -Año VII. Nº 371

1 comentarios
 
Henri de Toulouse Lautrec - Jane Avril - 1893
Henri de Toulouse Lautrec - Jane Avril - 1893  (Art Museum, San Diego)

Jane Avril era una de las bailarinas más populares del París finisecular, entablando una estrecha amistad con Toulouse-Lautrec. Jane protagonizará varias escenas como Jane Avril bailando o Jane Avril saliendo del Moulin Rouge. Este local era su lugar habitual de actuación pero en julio de 1893 debutó en el café concierto "Jardin de Paris", encargando para la ocasión este cartel a Lautrec, debido al éxito obtenido con Ambassadeurs el año anterior. Se hizo una tirada de 3.000 ejemplares que decoraron las calles parisinas, siendo la obra muy alabada por la crítica. La bailarina aparece sobre el escenario en su frenético movimiento - la llamaban la "Melinite" por su manera de danzar comparándose con el potente explosivo - mientras que en primer plano hallamos el cuello de un violonchelo y la mano del músico, sirviendo una orla en la que se aprecian ciertos aires modernistas para enmarcar la figura de Jane Avril. Henri ha conseguido otorgar profundidad al cartel de manera muy sutil al manifestar las tablas y la tramoya del escenario, colocando las letras en la parte superior para que la bailarina llame más nuestra atención que la literatura del cartel. La influencia de la estampa japonesa la encontramos en la planitud de los colores empleados, predominando la línea como en toda la producción del maestro.


En 1938 Manuel Rosenthal escogió los mejores temas de las obras escénicas de Jacques Offenbach para escribir una suite orquestal en forma de ballet que denominó La gaîté parisienne (la alegría de París) El estreno del ballet tuvo lugar el 5 de abril de 1938 en el Théâtre de Monte Carlo.

El ballet iba a titularse inicialmente Tortoni, como un café de París, pero el propio autor señalaría más tarde que fue el conde Étienne de Beaumont, libretista del ballet, al que se le ocurrió el título final. Léonide Massine había encargado originalmente este ballet a Roger Désormière, pero éste, incapaz de cumplir el encargo por falta de tiempo, pidió a su amigo Rosenthal que aceptara el encargo. Rosenthal en principio no estaba dispuesto a cumplir con esta tarea, y le dijo a su amigo: "No conozco bien a Offenbach, y no estoy acostumbrado a orquestar música de otras personas. No quiero hacerlo. No conozco a Miasine (Massine)”. Massine inicialmente rechazó el ballet presentado por el autor. Rosenthal propuso entonces que Igor Stravinsky actuara como árbitro en la aceptación de la partitura, y éste, al escuchar la música, recomendó encarecidamente a Massine que aceptara la obra.


Offenbach-Rosenthal - Valse moderato, Vivo, Valse - Gaite Parisienne

viernes, 15 de julio de 2016

AIRES FRANCESES – Sombra de la guerra -Año VII. Nº 370

1 comentarios
 
Felix Vallotton - La Valse - 1893
Felix Vallotton - La Valse - 1893  (Museo de arte moderno, La Haya)

Esta pintura representa a parejas de patinadores sobre hielo, girando en el antiguo Palacio de los Espejos en los Campos Elíseos en París. Fiel a los principios del movimiento Nabi, cuyo objetivo era la pintura libre de las ataduras del realismo y la perspectiva, la obra se realiza con un evidente deseo de simplificar las formas. Vallotton hace hincapié en la imagen de las parejas que llevan el baile a la vida, en lugar de los protagonistas individuales, la mayoría de los cuales no pueden ser identificados. Las parejas entrelazadas en elipses sinuosas y la multitud de pequeños puntos multicolores en el espacio alrededor de ellos contribuyen a la evocación de un mundo de cuento de hadas nocturno al resplandor de las luces artificiales (el polvo fino de hielo levantado por los patinadores y atrapado por los focos)


La Valse es un poema coreográfico para orquesta de Maurice Ravel compuesto entre 1919 y 1920, dedicado a su amiga Misia Sert, nacida Godebska. La obra fue estrenada públicamente el 12 de diciembre de 1920, interpretada por los Concerts Lamoureux dirigidos por Camille Chevillard.

Originalmente la obra se llamaba Viena, ya que nació como una mezcla de homenaje y burla a la tradición vienesa de Johann Strauss. Cuando se estrenó en 1920 algunos quisieron entenderlo como un comentario sobre las condiciones de decadencia que había desencadenado la Primera Guerra Mundial. Ravel tomó una posición más cauta en sus palabras, si no en su música, limitándose a decir que prefería “ver en ella sólo lo que viene de la música: un volumen de sonido en constante aumento…”. En todo caso, la sombra de la guerra parece asomarse desde el oscuro principio hasta la agitación del final.


Maurice Ravel - La Valse

viernes, 8 de julio de 2016

AIRES FRANCESES – Cantos de Auvernia -Año VII. Nº 369

0 comentarios
 
Auguste Bonheur - Pasto en Auvergne - s. XIX
Auguste Bonheur - Pasto en Auvergne - s. XIX  (Rehs Galleries, Nueva York)

A Bonheur le gustaban los sitios escarpados y montañosos de la región de Auvernia y acudía a menudo a pintar en el Cantal. Bajo la influencia de su hermana Rosa, sus paisajes fueron amenizados con rebaños. Sus representaciones de animales y paisajes recibieron el reconocimiento más que positivo en los Salones, pero como procedía de una familia de artistas, su carrera se vio ensombrecida por su franca y desafiante hermana, Rosa Bonheur.


Marie-Joseph Canteloube de Malaret fundó en 1925 un grupo llamado La Bourrée con varios jóvenes auverneses deseosos de dar a conocer el folclore de su región natal. Compuso varias colecciones de canciones, las cuales incluyen Chants de Haute-Auvergne (álbumes de canciones de Rouergue, Lemosín y Quercy), Chants religieux d'Auvergne (canciones religiosas regionales) y L'Hymne des Gaules (basado en un poema de Philius Lebesque)

Canteloube es conocido hoy por su colección de canciones de su propia patria que llamó Chants d'Auvergne o canciones de Auvernia. Tienen el encanto y la belleza simple de las canciones folclóricas, transcritas para piano o más comúnmente con acompañamiento orquestal. Canteloube arregló 30 canciones en 26 obras musicales incluidas en cuatro volúmenes. La más famosa es sin duda el Bailero, una obra impresionantemente nostálgica que evoca la belleza del paisaje de Auvernia, y que narra la conversación entre dos pastores en la montaña, separados por un río que no pueden cruzar. Otras son más animadas (Lou Coucut – El cu-cú), coquetas (La Pastrouletta e Chibalie - la Pastora y el pretendiente) o sumamente dolorosas (La Delaissado)


Marie-Joseph Canteloube - Baïlèro - Chants d'Auvergne (Cantos de Auvernia)

viernes, 1 de julio de 2016

AIRES FRANCESES – Canción popular -Año VII. Nº 368

1 comentarios
 
Pablo Picasso - Los tres músicos - 1921
Pablo Picasso - Los tres músicos - 1921 (Museo de Arte de Filadelfia)

Picasso realizó otra versión de este mismo tema que se conserva en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Trabajó en ambos cuadros, también conocidos por el título Tres músicos enmascarados, en el verano de 1921. Estas pinturas de gran formato establecen un máximo de monumentalidad en los procedimientos del cubismo sintético. El tema reúne en un risueño concierto al arlequín, al pierrot y al reverendo. Los asuntos de funambulistas volvieron a la pintura de Picasso después de 1914. Aquí se reafirman de forma casi programática. En esta obra hallamos una encamación monumental del candor.


Domino es una canción popular compuesta en 1950 por Louis Ferrari. La letra original en francés fue escrita por Jacques Plante, y las letras en inglés fueron aportadas por Don Raye.

Un gran éxito en Francia y en toda Europa, la canción fue presentada por el popular cantante francés André Claveau. Y fue también grabada con éxito, en su versión en inglés, por Tony Martin y Bing Crosby.


Louis Ferrari - Domino

 
© 2012. Design by Main-Blogger - Blogger Template and Blogging Stuff