viernes, 13 de enero de 2012

TEMPUS FUGIT - La danza de las horas -Año II. Nº 109

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Francisco de Goya - La verdad, el tiempo y la historia - 1874
Francisco de Goya - La verdad, el tiempo y la historia - 1874  (Museo nacional, Estocolmo)
Francisco de Goya - La verdad, el tiempo y la historia - 1874
Francisco de Goya - La verdad, el tiempo y la historia - 1874  (El Prado, Madrid)

Pintura

Todo parece confluir en la representación de la Historia y de la Verdad histórica. El Tiempo, alado y con un reloj de arena que simboliza el paso de los instantes y la llegada de la muerte, trae del brazo a la Verdad, que se representaba desnuda para simbolizar la ausencia de disfraz o enmascaramiento. La Verdad reina, sobre todo, es la figura central, y porta un cetro y un libro, que encierra la verdad histórica. Sin embargo, otra interpretación de la alegoría representada por Goya quiere ver en la figura central a España y al anciano que la lleva una figura de la nueva época que comienza. Según ella España, con indumentaria blanca, lleva en la mano la Constitución de Cádiz de 1812 y en la otra un cetro, que significaría la superioridad de la Constitución sobre el régimen absolutista. En primer plano se situaría la Historia, también desnuda, pues la Historia debe ser verdadera, que anota el suceso a la vez que pisa el antiguo corpus jurídico periclitado.

Música

La Danza de las Horas (Danza Delle mineral) es un ballet corto que representa el paso del tiempo que se produce en el Acto III Escena 2 de la ópera La Gioconda compuesta por Amilcare Ponchielli en 1876. La Danza de las Horas es considerada una de las piezas de ballet más popular de la historia. Se difundió ampliamente al ser utilizada, en la década de 1940, en la película de Disney Fantasía para acompañar la danza de los avestruces.

El ballet, acompañado por una orquesta, aparece al final del tercer acto de la ópera, en la que el personaje Alvise, que dirige la Inquisición, recibe a sus invitados en un elegante y gran salón de baile contiguo a la cámara de la muerte. La música y la coreografía representan las horas del amanecer, día, crepúsculo, la noche y la mañana. Los cambios de vestuario y efectos de iluminación, refuerzan la progresión. La danza simboliza la eterna lucha entre las fuerzas de la luz y la oscuridad.


Amilcare Ponchielli - La Danza de las Horas - La Gioconda

jueves, 5 de enero de 2012

EL RINCÓN DE LOS NIÑOS – Sinfonía de juguetes -Año II. Nº 108

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Francisco de Goya - Pepito Costa y Donells - 1813
Francisco de Goya - Pepito Costa y Donells - 1813  (Metropolitan Museum of Art, Nueva York)

El pequeño Pepito, nieto del médico de la Duquesa de Alba, aparece de pie, vestido con un mono blanco y chaquetilla de terciopelo verde. Con la mano izquierda sujeta las riendas de un caballito de juguete y en la derecha porta un sombrero militar con plumas. Tras él, al fondo de la habitación, contemplamos diferentes instrumentos militares - un tambor y un fusil de bayoneta -. La composición se organiza a través de planos paralelos que se introducen en profundidad, aunque sin apenas crear sensación de lejanía. La luz protagoniza la escena, resbalando por el mono del pequeño y dejando en semipenumbra el fondo. Las largas pinceladas aplicadas se aprecian perfectamente, aunque consigue mostrar las calidades de las telas - el terciopelo, la seda o el encaje del cuello - aunando en el lienzo la rapidez con la minuciosidad. El rostro del pequeño es uno de los mejores que realizó Goya, centrando la atención en los ojos y el gesto del niño, que vive el momento bélico con tensión a pesar de su tierna edad.


La Sinfonía de los Juguetes (título completo: Casación en Sol mayor para juguetes, 2 oboes, 2 cuernos, cuerdas y continuo) es una obra musical con partes para instrumentos de juguete y es popularmente interpretada en Navidad. La identidad del verdadero compositor de la Sinfonía de los Juguetes pareció determinarse con el descubrimiento de la obra, con sus tres movimientos, en un manuscrito de Leopold Mozart en 1759. Este hecho, se vio apoyado por la existencia de un trabajo similar, el Paseo Musical en Trineo, que pide una fusta, campanas de trineo y otros efectos sonoros que se parecen a los utilizados en la Sinfonía de los Juguetes. Sin embargo, la exactitud de la atribución a Leopold Mozart fue puesta en duda cuando se evidenció que hasta el Paseo Musical en Trineo podría no ser obra suya. Leopold era un copista ávido, que transcribió docenas de piezas a mano.

Durante mucho tiempo se mantuvo que era obra de Joseph Haydn, pero una investigación posterior sugirió que fue escrita realmente por Leopold Mozart. No obstante su autoría todavía es cuestionada y probablemente no se sepa nunca. La sinfonía no apareció publicada hasta 1820. En la primera edición figura Haydn como compositor sin identificación adicional. Circuló entonces una historia imaginaria que mantenía que Haydn compuso este trabajo después de comprar varios juguetes en una feria, y luego interpretó el resultado ante el príncipe Eszterházy, para unos niños en una fiesta de Navidad. Antes de los años 1930 los eruditos comenzaron a dudar que esta historia fuera verídica, cuando no aparece citada en el catálogo de obras que el propio Haydn compiló.


Leopold Mozart - Allegro - Sinfonía de los Juguetes

domingo, 1 de enero de 2012

BRINDEMOS – Por el rey de los vinos -Año II. Nº 107

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Adolph Menzel - Das Ballsouper - 1878
Adolph Menzel - Das Ballsouper - 1878 (Nationalgalerie Berlín)

Pintura

El momento preciso que eligió el artista para representar la escena le permite captar tanto la fugacidad como la aglomeración de la multitud. La corte real se ha retirado ya a sus habitaciones reservadas; se sirve un segundo refresco a los huéspedes en el buffet; y pronto se romperá el intervalo entre bailes. Mientras tanto la petite polonaise de individuos continúa. Se observan más de 50 caras muy interesantes y únicas, pero en última instancia no identificables. Además, la serie de salones que se muestran aquí no se corresponde con ninguno en el palacio de Berlín. El estilo, más libre, transmite energía y movimiento. Las figuras se giran, inclinan la cabeza, hacen reverencias; el tintineo de platos y tenedores, y el roce de los vestidos casi se puede oír; y el efecto de movimiento es tal que el caballero situado en el extremo derecho parece ir directo a salirse fuera del marco de imagen, pudiendo imaginar que está llevando un plato y una copa de champán a un compañero invisible. La disolución del orden y rango, la convención establecida al revés, la mezcla de banalidad y prestigio: estos son los efectos logrados por el artista en esta pintura. Pero no sólo aquí.

Música

En “cuarenta y dos días con sus noches” compuso Johann Strauss hijo Die Fledermaus (El murciélago), con la inestimable ayuda del veterano hombre de teatro Richard Genée. Se estrenó el 5 de abril de 1874 en el Theater an der Wien en Viena, Austria. Se basa en una comedia alemana de Julius Roderich Benedix llamada "Das Gefängnis" ("La prisión"), que a su vez se basa en un vodevil, "Le Réveillon", de Henri Meilhac y Ludovic Halévy. Fue traducida al alemán por Carl Haffner y se presentó como obra de teatro en Viena con el título "Le Réveillon" ("Un banquete de medianoche"), pero causó problemas por sus características francesas, que fueron resueltas al adaptarse como libreto para Johann Strauss, quien trasladó "Le Réveillon" a una fiesta vienesa.

ACTO II
En Villa Orlofsky se celebra una gran fiesta. La sensación de la temporada. Llega la hora de la cena, el príncipe Orlofsky pide a los invitados ir a la mesa y ofrece un brindis por el Champagne, rey de todos los vinos (Im Feuerstrom der Reben... - En la hoguera de la vid...)

[Orlofsky] Im Feuerstrom der Reben, tra la la, sprüht ein himmlisch Leben, tra la la! Die Könige, die Kaiser, sie lieben Lorbeerreiser, Auch lieben sie daneben den süßen Saft der Reben! Stoßt an! Stoßt an! Und huldigt in Vereine dem König aller Weine!
[Coro] Stoßt an! Stoßt an! Stoßt an!

[Orlofsky] ¡En la hoguera de la vid, tra la la, chisporrotea una vida divina, tra la la! El rey, el emperador, aman la corona de laurel, Además aman también el dulce néctar de la vid! A brindar! ¡A brindar! ¡Y rindamos todos pleitesía al rey de los vinos!
[Coro] ¡A brindar! ¡A brindar! ¡A brindar!


Johann Strauss II - Nº11. Finale. Im Feuerstrom der Reben - Die Fledermaus (El murciélago)

 
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